Estoy de vacaciones de mi trabajo pero no puedo ser indiferente a la situación que el país vive. Los seres humanos tienen el derecho de expresar sus opiniones y de estar en desacuerdo con ciertas situaciones, pero no de atentar contra la seguridad, la producción y la vida misma. Vivo al sur y desde el minuto 0 del paro, los delincuentes salieron en enjambres. Esto debe quedar de lección para las autoridades, cada vez que se anuncie paro tendrán que enviar a policías y militares a cuidar los locales comerciales. En la mente de los delincuentes ya quedó grabado que un “paro” es oportunidad para robar. Por tanto tienen doble trabajo: cuidar de las marchas y reprimir los ataques de delincuentes y consumidores de droga.

Lina Zambrano Aragonés