En agosto pasado, vecinos de la urbanización junto a activistas de Fundación La Iguana recogieron firmas para solicitar que no se tale el samán que está dentro del terreno donde se iba a levantar el centro comercial, uno de los muchos reparos de los morad

Puerto Azul dice que gano

La urbanización aplaude la decisión del Municipio de negar el permiso de construcción del mall. El constructor exige una veeduría para verificar las firmas.

Tiene un folio con todos los documentos, planos y oficios entregados al Municipio de Guayaquil para construir el mall, además de los reglamentos de Puerto Azul que le indican que el uso de suelo de su terreno es comercial y una carta del Cabildo que confirma esta condición en el área.

Posee una hoja de ruta para preservar el ecosistema emitida por el Jardín Botánico, el registro ambiental del proyecto y un sinnúmero de papeles que ahora no sirven de nada; porque a pesar de que el empresario José Solines tiene todo para construir un centro comercial en la urbanización más grande de la vía a la costa, el Municipio ha negado el permiso por pedido de la comunidad.

“Puerto Azul ganó”, dice el presidente del Comité de Moradores de la urbanización, Gustavo Delgado, abanderado de la lucha para no dejar poner la primera piedra, a propósito del temor de que la contaminación ambiental, lumínica y vehicular que generaría el mall atente contra la esencia residencial del sector.

Con el comunicado emitido el jueves pasado por el Municipio, el proyecto Costa Pacífica queda automáticamente anulado. Pero Solines, representante de la constructora, no se quedará tranquilo. Afirma que ha hallado inconsistencias.

Habla de las 1.089 firmas con las que el Comité de Moradores argumenta mayoría para no construir el centro comercial. “Tenemos el listado de firmantes, con sello de notario, pero sin copias de cédula. La lista es un fraude, más del 65 % de los nombres no coinciden con los de los propietarios”.

Se trata de una acusación directa, cuestionada también por usuarios de redes sociales que reaccionaron a la decisión municipal, como Jay Alasa, quien asegura que a él le pidieron que firme para evitar la tala de un árbol; “pero resulta que esa firma la presentaron como ‘negativa a la construcción’, lo cual es deshonesto”, denuncia.

El presidente del Comité de Moradores, por su parte, asegura que las 1.200 firmas con las que se pidió que no se construya el centro comercial son reales y fueron recolectadas en dos plantones.

“Si el alcalde quiere investigar la validez o no de las firmas, que haga lo que estime conveniente. Nuestra comunidad ha actuado de forma transparente. El alcalde, sensible con esta comunidad de 2.400 familias, nos escuchó”, comenta el líder.

También se leen en redes sociales mensajes a favor de la postura del comité, como el de Leonor Peñafiel, quien escribe: “Gracias. Esperamos que el alcalde nos siga apoyando y que la vía a la costa sea atendida como corresponde”.

Esto no basta para el representante de la constructora. “Vamos a solicitar a un calígrafo que verifique con copias de cédula si las firmas que están ahí coinciden con las de los propietarios. Hicieron una encuesta amañada”, insiste.

Insta además a que sea el mismo Municipio el que verifique con veedores de ambas partes la veracidad. O que se realice una encuesta equitativa. “Solo allí se sabrá la verdad”.

En días anteriores, el director de Urbanismo, Avalúos y Ordenamiento Territorial, José Miguel Rubio, intentó mediar entre las partes en una reunión en donde se dejarían claras las reglas para el centro comercial: contar con su propia planta de tratamiento, hacer su entrada por la vía a la costa, prohibir discotecas y tener espacios de parqueo; pero la comunidad no asistió a la cita.

No lo creyeron necesario. “Yo logré liderar y unificar a la comunidad de Puerto Azul en dos asambleas y en dos plantones. Demostramos mayoría y al final el alcalde nos dio la razón”, reitera el presidente.

Sin embargo, el empresario detrás del proyecto explica que hasta no ser notificado oficialmente de la negativa del permiso, no se dará por vencido. “Han hecho el anuncio en redes, pero a nosotros no nos han contestado las solicitudes de manera oficial”, observa Solines, quien insiste en querer que el alcalde Jaime Nebot escuche también sus argumentos sobre el tema.