El protocolo del abrazo sincero

Siento debilidad por aquellas gentes que no escatiman esfuerzos a la hora de ser constructores de paz, todo un arte que requiere energía comprensiva y mucha destreza de pulso. Ciertamente, las guerras, las persecuciones, no son agua pasada; sino fuegos actuales que a veces nos impiden traspasar horizontes más justos. Quizás tengamos que fortalecernos con otros lenguajes más claros y profundos, en testimonio más auténtico. Ojalá reflexionemos hacia ese gran protocolo del aliento compartido, del abrazo sincero, porque la humanidad por sí misma no es nada, y en conjunto, sí que es el corazón palpitante de la certeza.

Víctor Corcoba Herrero

España