La protesta  se aferra al grito: que no calle la calle

La protesta se aferra al grito: que no calle la calle

Volvieron. Tal y como lo habían prometido siete días atrás, regresaron. ¿Quiénes? Todos. Los que, por las más variadas de las razones, tienen un motivo para manifestarse contra el Gobierno nacional se tomaron ayer nuevamente las calles de Guayaquil y d

Volvieron. Tal y como lo habían prometido siete días atrás, regresaron. ¿Quiénes? Todos. Los que, por las más variadas de las razones, tienen un motivo para manifestarse contra el Gobierno nacional se tomaron ayer nuevamente las calles de Guayaquil y de Quito.

Se reencontraron, principalmente, los ciudadanos con carteles de reclamo por la salud, la educación y el gasto público; los políticos como Gilmar Gutiérrez (PSP), que se sumó en Guayaquil a las denuncias electorales por anticipado, o Andrés Páez (CREO) que volvió a criticar desde las calles las reformas tributarias; regresaron incluso los monigotes que, retenidos la semana anterior, se empeñaron en caricaturizar al presidente Rafael Correa, esta vez acompañado de un par de policías.

La protesta en la capital, en cambio, tuvo varias paradas. Decenas de manifestantes iniciaron su recorrido en el IESS y, pese a la lluvia, caminaron hasta la Corte Constitucional. Ahí intentaron poner carteles de clausura. “Por incapaces, clausura”, decían los asistentes.

El cometido no se cumplió. Agentes policiales impidieron que se coloque el sello.

Ante el impedimento, los integrantes de las organizaciones sociales caminaron a la Asamblea Nacional. Ahí colocaron el aviso simbólico de cierre. La movilización terminó con la consigna de continuar con las concentraciones hasta el gran evento del 1 de mayo.

Después de las 17:00, en la Tribuna de los Shyris, se congregó otro grupo de ciudadanos para cuestionar al régimen. Ellos decidieron marchar a la Fiscalía para exigir la renuncia de Galo Chiriboga.