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Priorizar gastos, el enemigo de las tarjetas de credito

No ha sido la ‘boya’ que ayude al consumidor a salir a flote de sus apuros económicos.

Imagen referencial. Detalle: El primer trimestre estuvo marcado por una falta de circulante en el mercado. Los bancos restringieron sus servicios y ofertas de créditos.

No ha sido la ‘boya’ que ayude al consumidor a salir a flote de sus apuros económicos. Este año, el uso de las tarjetas de crédito se ha dado con mayor cautela. Al ecuatoriano no solo le ha tocado restringir más sus gastos sino priorizarlos.

Es una realidad que palpan los dueños de establecimientos comerciales, pero que también empieza a registrarse en los balances oficiales. Según la Superintendencia de Bancos, de enero a julio de este año, la facturación a través de tarjetas de crédito sumó $ 3.437 millones, un 8 % menos si se lo compara con igual periodo del año pasado.

El menor uso de la tarjeta, explica Miguel Carrillo, gerente nacional de Medios de Pago del Banco del Pacífico, ha sido originado por la falta de liquidez que hubo en el mercado a inicios de este año, pero también por la necesidad de ahorro del consumidor y la racionalización de sus gastos.

Pese a que la facturación total es menor, este 2016 se ha registrado una mayor dinámica de las compras con plástico en el exterior. En el caso del Banco Pacífico, crecieron un 12 %, movidas por el éxodo de personas que han preferido hacer sus compras en ciudades fronterizas del país (aprovechando el tipo de cambio de naciones vecinas); pero también por los incentivos que ha dado el Estado. Desde julio de este año, las compras con tarjeta de crédito de hasta $ 5.000 anuales no pagan el 5 % del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD).

Los que no viajaron, explica Carrillo, prefirieron usar tarjeta en menor nivel y bajar sus saldos. “Si los clientes consumían $ 100, en el momento de cancelar pagaban $ 130. Entonces eso ha hecho que la cartera de crédito deje de crecer también. Hasta julio de este año teníamos hasta $ 60 millones menos en cartera, producto de la no facturación, pero también de los pagos mayores que los clientes hacen”.

Pero el consumidor no solo se ha preocupado por ahorrar, la situación económica que se vive también ha llevado a que las personas cambien sus patrones de consumo. Este año las compras se han hecho de forma más selectiva.

En el caso del Banco del Pacífico, con 590.000 Pacificard dentro del mercado, los consumos relacionados a la educación crecieron un 20 %, la de los electrodomésticos bajaron un 10 %. Esto último, desmotivado principalmente por los altos precios que las salvaguardias endosaron al producto importado.

Pero en el mercado hay excepciones, explican funcionarios del Banco del Pichincha, que hasta agosto de este año registra un 5 % menos de su facturación ($ 726,2 millones). “Los segmentos de clientes cuyo nivel socioeconómico se encuentran en niveles medios y altos y cuyas tarjetas tienen un buen nivel de cupo, son los que han presentado mejor comportamiento de consumo. Esto es debido a su nivel adquisitivo”, puntualizan.

Los representantes de la banca esperan que una mayor liquidez del mercado en este segundo semestre del año anime la demanda de crédito. Este año, Banco del Pacífico espera cerrarlo con una facturación anual de $ 1.800 millones, un monto similar al año pasado.

Para lograr un buen cierre, algunos bancos no se han cruzado de brazos. Una de las estrategias del Pichincha, ha sido fomentar un mayor número de alianzas en el mercado. “Buscamos mejores convenios entre establecimientos y nuestras tarjetas, con el fin de otorgar al tarjetahabiente beneficios, anclados en descuentos principalmente”.

Según la Superintendencia de Bancos , de enero a julio de este año se hicieron 48,9 millones de transacciones con tarjeta de crédito, el 31 % (15,4 millones) de ellas correspondieron a Diners Club. En la lista le siguen Banco Pacífico (7,8 millones), Interdim (7,9 millones), Banco de Guayaquil (5,2 millones) y Banco Pichincha (2,5 millones).

El 18 % de esas transacciones se hicieron en supermercados, el 15 % en restaurantes, el 15 % en servicios profesionales y el 10 % en el área de salud.

LA CONDUCTA DEL TARJETAHABIENTE

- Menos gastos

Menos gastos, más pagos. El miedo a endeudarse no solo ha llevado a que la gente consuma menos, sino a cancelar y disminuir el monto de sus haberes.

- Prioridad

El consumo se ha priorizado. Este año, hubo un crecimiento en los consumos relacionados a la educación. 334.031 de las transacciones se hicieron en este sector.

- Morosidad

A julio de este año, el sector registró $ 103 millones como saldo en mora. Para los representantes de bancos se trata de un nivel que aún se puede controlar.

LA CIFRA

-8,05

por ciento

es el decrecimiento de la facturación de tarjetas de crédito, a julio de este año.