Nueva York. Un grupo de estudiantes posa para una foto junto a una pancarta alusiva al debate presidencial.

Primer duelo verbal entre Clinton y Trump

Los candidatos presidenciales Hillary Clinton y Donald Trump tenían previsto protagonizar la noche de ayer el primero de una serie de tres debates, un choque de importancia crítica para sus aspiraciones de llegar a la Casa Blanca, que se realiza en un

Los candidatos presidenciales Hillary Clinton y Donald Trump tenían previsto protagonizar la noche de ayer el primero de una serie de tres debates, un choque de importancia crítica para sus aspiraciones de llegar a la Casa Blanca, que se realiza en un ambiente de creciente tensión.

La demócrata Clinton, de 68 años, y el republicano Trump, de 70, son los aspirantes con el mayor índice de rechazo registrado hasta el presente entre candidatos presidenciales de los dos partidos principales, y además luchan cabeza a cabeza en los sondeos.

Dos encuestas divulgadas ayer muestran a Clinton con una ventaja inferior al margen de error. El sondeo de la Universidad Quinnipiac otorga a Clinton 44 % de apoyo y a Trump con 43 %, un resultado “demasiado ajustado” que constituye un “empate virtual”, según la encuesta.

Sin embargo, el 41 % de los encuestados opina que Clinton deberá imponerse en el debate, contra solo 32 % que esperan una victoria de Trump.

La expectativa generada por este debate es de tal magnitud que la bolsa de valores de Wall Street terminó a la baja.

“El mercado está percibiendo que puede no ser una victoria fácil para Clinton”, dijo Peter Cardillo, economista jefe de First Standard Financial.

Se espera que el debate, que debía durar 90 minutos, sin interrupciones y se realizará en la Universidad de Hofstra, Nueva York, cuente con más de los 80 millones de espectadores que tuvo el choque entre Ronald Reagan y Jimmy Carter en 1980, la mayor audiencia registrada en las campañas electorales de Estados Unidos.

Este primer duelo verbal estará dividido en tres partes temáticas: para discutir la dirección en que el país avanza, la prosperidad y la seguridad.

Aunque la agenda contempla una civilizada discusión de alto nivel sobre estos temas, desde el inicio la campaña mostró numerosos golpes bajos, y resta ver si la volátil oratoria de Trump estará bajo control en esta discusión.

La vara está más alta para Clinton, dada su experiencia y su conocimiento de los temas. Ella deberá mostrar que es presidenciable, pero también honesta. Ella se muestra como la continuidad de Barack Obama, genera alta antipatía y todo aquello con lo que pueda crear un vínculo afectivo es bienvenido. El millonario deberá convencer que tiene el talante de un presidente. Mostrar que conoce un mínimo de temas y es capaz de evitar derrapar o de quedarse corto en un debate bajo presión, en el que tendrá solo un adversario.