Editorial: Se acabó la campaña, manos a la obra

Tras los resultados de la Consulta, el  Gobierno debe entender que la buena gestión no se mide por boletines o comunicados

Se acabó la campaña. Después de meses en los que la agenda pública estuvo alineada a los intereses electorales, el Gobierno debe virar la página y cerrar el capítulo de la búsqueda de votos en medio de discursos electorales, la entrega millonaria de bonos y el esfuerzo por evadir problemas polémicos que le puedan restar popularidad.

Debe abrirse a una etapa de rectificación y de acción, más aún en un escenario que ha reconfigurado las herramientas con las que contaba para hacer cambios. Incluso sin una Constituyente, el Ejecutivo tiene alternativas para entregar el nuevo Ecuador que tanto promete.

Comenzar a gobernar en serio significa activar la obra pública que permanece paralizada, mejorar la gestión de los ministerios y revertir el deterioro de los servicios públicos, como salud, educación y seguridad, entre otros, lo cual afecta a millones de ecuatorianos. Y también empezar a enfrentar problemas estructurales que han sido pospuestos, como una reforma integral al IESS.

Tras los resultados de la Consulta Popular, el Gobierno debe entender que la buena gestión no se mide por boletines o comunicados vacíos que pregonan éxito, sino por resultados tangibles que le hagan sentir al ecuatoriano promedio que tiene un mejor país en el cual vivir.