Preocupación. En el rostro del técnico uruguayo Gustavo Munúa se refleja el mal momento que está viviendo con Liga de Quito.

La presion, otro rival de Munua

En deuda. Gustavo Munúa reconoció que esperaba mucho más de Rubén Olivera. Él recomendó a su compatriota, de 33 años.

El peor inicio de toda su historia. Liga de Quito, que tiene uno de los presupuestos más altos del fútbol ecuatoriano (12 millones de dólares), viene transitando el camino de la amargura por los malos resultados en la cancha.

El campeón de la Copa Libertadores del 2008 solo ha ganado un partido de los 16 que ha disputado en el torneo nacional y está en la zona del descenso: es penúltimo, con 10 puntos.

Su clasificación a la segunda ronda de la Copa Sudamericana fue un espejismo. Liga quiteña volvió a cometer los mismos errores defensivos y mostró su falta de categoría para definir en la última caída ante Independiente del Valle. Van ocho derrotas.

El técnico uruguayo Gustavo Munúa quedó con la soga en el cuello. Pese a que el joven estratega, de 38 años, se aferra a seguir con su proyecto, su continuidad se hace cada vez más difícil. El exguardameta no ha logrado estampar su sello. Van más de cinco meses y en el club ‘azucena’ no hay una idea clara de la forma de juego. El charrúa ha hecho muchos experimentos sin resultados.

Para Alfredo Encalada y Polo Carrera, exjugadores de Liga quiteña, no pasa por lo táctico ni por la calidad de los jugadores. Pasa por lo psicológico. La presión que tienen los albos por ganar les hace cometer muchos errores, coinciden ambos, que ahora son entrenadores.