Prejuicios por la corrupcion

Un lector de EXPRESO dice que, con Correa, se creó una nueva estirpe de gente desconocida que renació como una nueva raza que nunca existió en nuestro país. Y tiene razón, ya que los corruptos de ayer eran bien conocidos y, generalmente, de un alto nivel social y hasta de una raza distinta a la de los actuales; por eso, se los aceptaba y a algunos hasta se los admiraba porque “sabían hacer las cosas” sin dejar huella.

Señor Director, los corruptos deben ser juzgados objetivamente, sin discriminaciones, prejuicios ni favoritismos, sean de cualquier condición social, económica o racial. ¿Se podrá?

Miguel Ulloa Paredes