Este lunes 17 de abril, las Fuerzas Armadas de Venezuela ratificaron su apoyo incondicional al presidente, Nicolás Maduro, ante lo que consideran una “coyuntura crucial” debido a los “actos de violencia” durante las protestas opositoras.

Los precios subiran un 17.700 % en Venezuela

La grave crisis que golpea Venezuela tiene que ver en buena medida con una tendencia hiperinflacionista que, año tras año, multiplica los precios de decenas de productos básicos y que, por el momento, no tiene vuelta atrás.

La grave crisis que golpea Venezuela tiene que ver en buena medida con una tendencia hiperinflacionista que, año tras año, multiplica los precios de decenas de productos básicos y que, por el momento, no tiene vuelta atrás.

Las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) para 2018 publicadas ayer estiman que al cierre del año la inflación alcanzará el 2.068 %, un nuevo récord después de la proyección del 720 % para 2017, y que en 2022 esa tasa podría rozar el 4.700 %.

Así, según estas previsiones que elabora el organismo que dirige Christine Lagarde, los precios se multiplicarán por 8 en 2017 (una subida del 720,5 %) y volverán a multiplicarse por más de 21 en 2018 (una inflación del 2.068,5 %), lo que significa que el nivel de precios se multiplicaría por casi 178 en dos años. Es decir: el equivalente a una subida de precios del 17.692 % en solo dos ejercicios.

El organismo señala que el país “sigue inmerso en una profunda crisis”. En 2016, según cálculos del FMI, sufrió una violenta contracción: el PIB cayó un 18 %. Y recuerda que, tras una contracción prevista del 7,4% en 2017, su Producto Interno Bruto (PIB) seguirá cayendo también en 2018, un 4,1% según los pronósticos. El desempleo también irá en aumento, según el Fondo, y pasará del 21,2 % del 2016 a 28,2 % en 2018.

Estos datos cobran especial relevancia en un país donde el salario mínimo apenas supera los 40.000 bolívares (alrededor de 10 dólares) y el cortocircuito del sistema de precios han echado por tierra el poder de compra de la divisa nacional, mientras que la moneda estadounidense se ha convertido en la referencia de la economía sumergida.

A esta circunstancia hay que sumar los problemas de desabastecimiento y decisiones políticas que alientan la incertidumbre del consumidor. La economía del país, productor de crudo, encadena varios ejercicios de crisis también por la caída del precio del petróleo. Desde un promedio positivo entre finales de los noventa y 2008, el PIB comenzó a descender llegando a experimentar una contracción del 18 % en 2016. Aun así, la previsión para los próximos cinco años mitiga esa tendencia, ya que el FMI la sitúa en un -1,3 % en 2022.

A la crisis económica le sigue la política y social. Ayer, los gobiernos de once países de América Latina rechazaron la muerte de seis personas en las protestas que han sacudido Venezuela en los últimos días y pidieron evitar “cualquier acción de violencia” en la jornada de manifestaciones convocada para hoy.

La canciller Delcy Rodríguez, aseguró que el Gobierno no ha reprimido las manifestaciones opositoras, sino que ha “contenido la violencia”.

A esas voces de protestas se sumó la organización Human Rights Watch, que ayer expresó que la “tiranía” de Venezuela debe dialogar con las democracias de América Latina porque hasta ahora ha habido “una fórmula errada” de “ficción de diálogo” entre Gobierno y oposición que ha dado “oxígeno” al presidente.

Casa adentro, la Asamblea Nacional aprobó ayer un acuerdo en el que se establece tramitar una denuncia ante la Corte Penal Internacional (CPI) por delitos de lesa humanidad que, según la Cámara, ha cometido el presidente Maduro.

Oposición y chavismo

La “mamá de las marchas” con tinte violento

La oposición venezolana realizará hoy lo que prometió será la mayor manifestación contra el gobierno de Nicolás Maduro, que responderá con una masiva movilización de seguidores, lo que ha desatado temores de nuevos estallidos de violencia.

Acuerpado por los militares, que el lunes le ratificaron “lealtad incondicional”, Maduro encarará la sexta protesta que organiza este mes la oposición para exigir elecciones generales y respeto a la autonomía del Parlamento, único de los poderes públicos no controlado por el oficialismo.

Las anteriores protestas derivaron en batallas campales entre fuerzas de seguridad y manifestantes, con cinco muertos, decenas de heridos y más de 200 detenidos.

“Toda Caracas será tomada por las fuerzas revolucionarias y no nos alboroten”, advirtió Diosdado Cabello, uno de los dirigentes más poderosos del chavismo.

Llamándola “la mamá de las marchas”, el vicepresidente del parlamento, Freddy Guevara, llamó a los opositores a “desbordar las calles”.

El Gobierno sostiene que la oposición promueve “terrorismo” y “violencia” en las marchas para derrocarlo. Sus adversarios lo acusan de represión y de torturar a detenidos.

Huyen a Brasil

Más de 12.000 venezolanos han huido de la crisis económica y social hacia Brasil, detalló ayer en un informe Human Rights Watch, exhortando a los países del continente a presionar a Caracas a aceptar medidas de alivio.

Pedido a las FF. AA.

La oposición pidió ayer a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana permitir la marcha opositora y evitar el uso de bombas lacrimógenas o cualquier forma de represión.