El menor de edad disfrutaba en la calle de un agasajo navideño cuando ocurrió la desgracia.

Poste de alumbrado electrico aplasto a nino

El menor de edad disfrutaba en la calle de un agasajo navideño cuando ocurrió la desgracia. Hace algunos años perdieron a su primogénita debido a una enfermedad.

Ángel Moreira llora desconsolado. A ratos mira hacia el cielo como pidiendo respuestas. Quiere entender por qué la muerte volvió a golpear a su familia y le arrebató a su segundo hijito.

No le salen las palabras, un nudo en su garganta se lo impide. Ha vuelto a sufrir el dolor irreparable de perder a un vástago. La caída de un poste de alumbrado eléctrico empañó la Navidad.

La tragedia ocurrió la fecha en que debía ser de alegría, el miércoles 25 de diciembre, cuando se desarrollaba un agasajo navideño en la calle 10 de Agosto de la comunidad Los Caras, jurisdicción del cantón Sucre, norte de Manabí.

Ángel Gabriel, de 7 años, deseaba recibir juguetes, servirse un refrigerio y compartir con sus amiguitos, por eso acudió al evento. No estuvo solo, acudió con su mamá Gabriela.

Inundados de emoción, los menores de edad bailaban y jugaban en la vía. Entre aplausos, gritos y el jolgorio de la fecha, los niños se movían al ritmo de las canciones.

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Inesperadamente, un poste de hormigón que estaba cerca al lugar del festejo cayó sobre la calle donde se encontraban los pequeños. Angelito quiso evadirlo, pero resbaló y la estructura lo derribó violentamente.

El niño quedó en el suelo, su madre se abalanzó sobre él. La mujer, entre lágrimas, clamaba por ayuda. Los asistentes al agasajo se acercaron para intentar auxiliar a la víctima, pero no pudieron hacer nada.

Según reseña el informe policial, agentes llegaron al sitio, en la parte posterior de la escuela Dr. Aquiles Valencia, y vieron al menor de edad en la calzada y, junto a él, un poste con numeración 11052354.

Los policías llamaron a una ambulancia. El paramédico Charles Valencia corroboró que el menor de edad no presentaba signos vitales cuando arribaron a la emergencia.

Las lágrimas de Gabriela Quiñónez caían sobre el cuerpo de su único hijo; los uniformados cubrieron al niño con una sábana blanca.

La imagen era desgarradora, otras madres de familia que concurrieron al evento también lloraron.

SIN Hijos

Con la orden del fiscal de turno, Juan Carlos Izquierdo, se procedió al levantamiento del cadáver y su traslado al Centro Forense de Manta.

Hace pocos años, Ángel y Gabriela perdieron a su otra hija, a causa de una enfermedad. Ahora se les fue su Angelito.

José Posligua, tío materno del fallecido, recordó que en lo que va de este año han perdido a tres familiares. “Hace cinco meses falleció un tío; hace poco un abuelo y ahora este niño que se nos va”, contó entristecido.

Además, Posligua sostuvo que horas antes de ir al agasajo, el niño fue a visitar a su abuelita, a quien le había pedido que le comprara una gaseosa. Ese habría sido uno de sus últimos deseos.

“Era muy alegre, cariñoso, pero ahora nada podrá sanar este dolor que sentimos”, expresó Posligua.

Pedido

Franklin Zambrano, dirigente de la comunidad de Los Caras y allegado de la familia del menor de edad, acompañó al padre hasta la morgue de Manta para retirar el cadáver.

Zambrano indicó que el poste que cayó sobre la víctima estaba vetusto y había cumplido su tiempo de vida útil.

“Se había solicitado, por oficios, a la empresa que los cambie porque existen varias estructuras en deterioro. Hace tres meses hicimos la notificación, pero no se solucionó y mire ahora lo que pasó”, dijo el dirigente.