Un empresario para que su hijo supiera lo que es ser pobre lo llevó a pasar unos días con una familia campesina pobre, para que se dé cuenta la importancia de las posiciones económicas. Luego cuando lo trajo de regreso a su casa el padre le preguntó a su hijo qué le había parecido la experiencia. “Bueno, fue excelente” le dijo. “¿Qué aprendiste?”-cuestionó el padre” y el hijo contestó: “Ha sido la mejor experiencia de mi vida. Me he dado cuenta de que mientras nosotros tenemos un perro, ellos tienen cuatro. Nosotros tenemos un yacuzzi y ellos tienen un río sin fin de aguas cristalinas donde hay pececitos. Nosotros tenemos un reflector para alumbrar nuestro jardín y ellos se alumbran con las estrellas y la luna. Nuestro patio está limitado con una cerca y el de ellos llega al horizonte. Nosotros compramos la comida en el mall y ellos siembran y cosechan lo que consumen. Para protegernos nosotros vivimos rodeados de alarmas y guardias de seguridad, pero ellos viven con sus puertas abiertas protegidos por la amistad de sus vecinos. Nosotros vivimos conectados a Internet, Facebook, YouTube, televisión y ellos están conectados a la vida, el cielo, el sol, el lago, el verde del monte, los animales, sus sembríos y su familia que siempre está unida.

El padre quedó impactado por la profundidad que había tenido su hijo, quien terminó agradeciendo a su padre haberle enseñado que lo material no lo es todo en esta vida.

Ricardo Ordóñez Jaramillo