Ayuda. Las personas de Pedernales recibieron agua y frutas ayer.

Los pobladores buscan el alimento en los sitios oficiales y en carreteras

Cada ración está prevista para que dure tres días. Si se termina vamos y damos otra.Ramiro Aldás, coronel del Ejército

“Somos de Pedernales. Ayuda”. La frase en un cartel improvisado, portado por dos niñas, fue suficiente para detener la marcha de un camión que circulaba en la carretera que conecta Pedernales con El Carmen.

Los ocupantes del automotor regalaban piñas. Ellos pararon, por un momento, para ayudarlas. Con desesperación, los familiares de las menores clamaron por las frutas hasta conseguirlas. Con la misión cumplida volvieron hasta la casa improvisada que montaron en una cancha de fútbol.

Ellas y sus padres duermen en Achiote, localidad alejada de la zona urbana. Silvia Acosta, de 35 años, escribió los carteles para que las socorrieran a ella, a cinco adultos más y otros 10 infantes.

Allí se evidenció una de las maneras en las que se entrega la comida en las zonas afectadas: sin intermediarios.

Pero también está la forma oficial. Fausto Íñiguez, coronel de la Dirección General de Operaciones, explicó que el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) levanta información de los afectados. Los militares están a cargo de la logística. La policía brinda el apoyo en seguridad cuando se recorre por los lugares damnificados.

Para que esto se cristalice, los productos (comida y agua) salen del centro de acopio que se montó en una escuela del Milenio de la localidad.

El trabajo en la institución educativa está a cargo de Ramiro Aldás, coronel del Ejército. Él explicó que los camiones llegan con las provisiones. Después se descarga el producto, se lo clasifica para almacenarlo. Luego, los 200 militares que laboran en el punto los distribuyen en fundas para que la cantidad dure tres días.

“Cuando se termina, nosotros vamos y entregamos otra ración”, explicó a EXPRESO.

El uniformado indicó que para esto, Pedernales fue dividido en 17 distritos: 14 urbanos y tres rurales.

Cerca del lugar de recepción de donaciones, un camión repartía cebollas, pañales, colchonetas. Se trataba de una agrupación conformada por varias instituciones del cantón Playas.

Uno de los beneficiados fue Pedro Alcívar, que cargaba con cierto optimismo pañales regalados para sus dos hijos, de 2 y 4 años respectivamente.

En esa zona la ayuda llega así o simplemente no lo hace, según Santa Bermúdez, una pobladora. La mujer llegó de Tachina (a una hora de Pedernales) para solicitar una ración de comida en la escuela del Milenio. Su viaje fue en vano porque se encontró con un letrero desalentador: la comida, solamente, se dará a las familias, en los sitios ya identificados por las autoridades.

“A Tachina no han llegado”, dijo ella, quien estaba acompañada de su hija Leticia Leones. Ambas estaban calcinadas por el sol. En la puerta enrejada también estuvo Gladys Bone. Arribó desde La Puntilla, en la vía a El Carmen. “En la casa donde estamos hay 10 personas”, lamentó.