Plazos traicioneros

Hasta hace algunos días, el panorama político auguraba buenas perspectivas para el gobierno: un pronunciamiento de apoyo a la consulta popular que rebasaba el 70 por ciento, y una mayoritaria adhesión del bloque oficialista en el Legislativo. Con estos dos soportes, los estrategas de Lenín y él mismo, habrían dado por hecho que la gestión presidencial tenía el campo libre, que los amenazantes obstáculos en la Asamblea desaparecían, y que la opinión pública se alineaba con los objetivos de Carondelet. Pero como la relatividad es un elemento infaltable en la política, esas previsiones han empezado a tambalearse, el gran porcentaje a disminuir, y los caminos a llenarse de laberintos. ¿Por qué ha ocurrido esto? El lapso que media entre la posesión del 24 de mayo y la fecha en que se llevará a cabo la consulta, el mes de febrero, es sumamente largo. Nueve meses es demasiado para que, en circunstancias críticas como las que vive el país, la ciudadanía espere, cruzada de brazos y sin hacer nada. La aquiescencia colectiva -y esto se ha posicionado casi en todas las naciones democráticas- siempre le otorga al mandatario entrante una tregua que dura máximo cien días. A partir de ahí, las aspiraciones represadas se reactivan, los reclamos frente a las ofertas se dinamizan y crece en el sentimiento de la gente un factor que puede derivar en exigencia militante. En el caso nuestro, la pasividad se ha alargado, la tranquilidad frente al radical cambio de estilo de comparecencia de la máxima autoridad ha hecho lo suyo, pero esa espera, sin respuestas aún, se revierte como corriente que pide cuentas rápidas y acciones concretas.

Para Moreno, la situación cobra una dimensión de dificultades que pueden explotar antes de febrero, si no procede a definir una estrategia que se fundamente en hechos convincentes y claras señales, tanto mediante creativas medidas en lo económico que no repitan las fallas de su predecesor, como en profundas definiciones sobre los apoyos sociales a construir.

El Presidente no tiene alternativas.