Hecho. Instante en el que la alcaldesa Miriam Lucas entrega los estudios a los integrantes del gremio de taxistas.

Playas le apuesta a las mejoras del transporte

Un taxista informal detuvo su Chevrolet Aveo en el centro de la cuidad y ofreció -por 50 centavos- hacerle una carrera a un usuario. Este no aceptó pese a que el valor era el mismo que le cobraba una tricimoto. La razón: la desconfianza. El vehículo no tenía logotipo alguno que evidencie que pertenecía a una cooperativa. El temor a ser víctima de un secuestro o robo pesó más.

Sin embargo, esta situación de no saber en qué movilizarte por temor, pese a la necesidad, al parecer llegará a su fin con la entrega de los estudios de transporte que tiene Playas y determina cuántos taxis convencionales o ejecutivos, tricimotos, camionetas de carga liviana y buses urbanos requiere el cantón para la movilidad de los ciudadanos, así como las rutas de acceso, para iniciar un proceso de organización, señaló esta semana Daniel Andrade, director de la Unidad de Tránsito Municipal.

El exceso de carros que hacen fletes, la competencia desleal y el irrespeto a las señales de tránsito, por tanto, tienen sus días contados, afirmó la autoridad, al agregar que dichos análisis (elaborados por la empresa Quinitech), parten de un censo vehicular que se hizo en el 2014. “Los que no se hayan registrado en ese tiempo entonces posiblemente ya no podrán prestar ningún servicio. Los presidentes de los gremios lo saben. Ya recibieron los estudios que serán socializados próximamente”, matizó.

A la fecha, según la alcaldesa Miriam Lucas, existe además un programa de señalización que está en marcha y tiene previsto capacitar a los conductores para que también actúen como guías turísticos. La meta es mejorar el sistema de semaforización. “Mi próximo reto, no obstante, está ligado a la construcción de la terminal”, indicó.