José Pizza Zeas

pizzaj@granasa.com.ec Samborondón

Una planta de tratamiento de aguas servidas es uno de los principales patrimonios de la urbanización Rinconada del Lago.

Los equipos entraron a operar hace cinco años y reemplazan a los pozos sépticos, permitiendo que desaparezcan los malos olores y no se produzcan desbordamientos en los 52 inmuebles del conjunto residencial, situado en el kilómetro 4,5 de la avenida Samborondón.

Rinconada del Lago fue una de las primeras urbanizaciones asentadas en la vía, hace más de dos décadas. También entre las que los promotores urbanísticos ‘olvidaron’ incluir el alcantarillado sanitario, aprovechando la falta de especificaciones en ordenanzas municipales de esa época.

Al menos 4 de los 164 proyectos habitacionales de la avenida tienen pozos sépticos.

Frente a estas irregularidades, el Municipio exige que las propuestas residenciales incluyan el sistema para la evacuación de las aguas servidas.

¿Pero qué hacer con las urbanizaciones afectadas?

Aguas de Samborondón (Amagua) sostiene que la inversión en el alcantarillado sanitario será alta en estos sitios, tomando en cuenta que deberá romperse calles.

El administrador de Rinconada del Lago, Ángel Carchi, recordó que lo más accesible era la planta de tratamiento, cuya instalación representaba en ese entonces alrededor de 400.000 dólares.

Amagua apoyó la propuesta, con el compromiso que los residentes aportaran con 60.000 dólares, que pagaron durante cuatro años en las planillas de consumo de agua potable y en alícuotas extraordinarias.

Aquamarina es una de las urbanizaciones afectadas por la falta del alcantarillado sanitario.

La administración tiene listo el proyecto de la planta de tratamiento, que beneficiará a las 217 familias que habitan en este sector, ubicado en el kilómetro 1 de la avenida.

Su costo se aproxima al millón de dólares, cuyos trabajos tomarían seis meses. Los residentes planifican una reunión con el alcalde José Yúnez para concretar el proyecto.

La ambientalista Andrea Fiallos considera que la instalación de plantas de tratamiento es la propuesta disponible hasta el momento, como mecanismo que beneficie a los residentes y al tiempo disminuyan los riesgos de contaminación.

“Es importante que en situaciones como la de Samborondón se concreten mesas de trabajos para buscar alternativas que permitan a los habitantes acceder al servicio sin un alto costo”, opinó Fiallos.