Petroleo: vuelta a la esquina

El anuncio de la OPEP que se ha alcanzado un acuerdo para reducir la producción de crudo en 1.2 millones de barriles diarios es importante para el cartel. Hay concordancias entre los archirrivales, Arabia Saudita e Irán, respecto de las cuotas acordadas; Nigeria y Libia al igual que Iraq aceptan los niveles de producción; y adicionalmente Rusia está dispuesta a bajar su producción en 600.000 barriles, añadiendo un ajuste proporcional que se le propondrá a México.

Por primera vez en ocho años se ha alcanzado un acuerdo para limitar la producción. Los sauditas, que tienen un marcado incremento en la demanda interna durante el verano (para refrescar el ambiente de casi 50° C) amenazaron con mantener los niveles de producción estacionales, si los otros miembros no aceptaban sus propuestas. La llamada de atención alineó a Irán, que aceptó una cuota diaria de 3.8 millones de barriles y satisface sus presentes necesidades. Entretanto, cada uno de los miembros analiza el impacto que los recortes en la producción tienen sobre los ingresos petroleros, gravitantes en las economías del cartel.

El mercado absorbió de inmediato la noticia y respondió. El crudo Brent, marcador internacional, subió 8 % y las caritas felices abundaron en Viena, la sede de la OPEP.

Pero queda un largo trecho por recorrer.

Como lo hemos ponderado en otro momento, la OPEP sufre del “dilema del prisionero” y sus miembros terminan actuando contra su propio interés. En 2008, Rusia suscribió un acuerdo similar de reducción de producción que luego procedió a romper, ocasionando la depresión del mercado en 2009. Entonces la recuperación fue rápida por cuanto Estados Unidos seguía dependiendo del crudo importado, pero hoy los productores americanos, no cartelizados, pueden ingresar al mercado en cualquier momento, respondiendo al estímulo del precio.

¿Cuán perdurable es el acuerdo? Ecuador ha anunciado que se alineará a la disciplina. Venezuela enfrenta un dilema aún mayor si la reducción de la producción conlleva la reducción de los ingresos, y la dinámica del prisionero -resolver el problema propio a expensas de los demás- seguirá influenciando el comportamiento de los productores adictos a la renta que produce un recurso de importancia menguante en la economía mundial.