Las personas con discapacidad deben usar las rampas construidas para ellas

El miércoles último las 11:30 en la parada Nueve de Octubre de la metrovía observé una situación que llamó mi atención: una persona que realizaba labores similares a la de una enfermera. Ella empujaba la silla de ruedas del paciente en sentido contrario a la dirección de los carros y lo hacía en la mitad de la calle; cuando se encontraba con un vehículo propiciaba movimientos similares a los de los toreros para no ser embestidos por el toro.

Durante el desarrollo de esta escena hubo algo que siempre fue fijo y era su interacción con el celular, la cabeza de la fémina no estuvo en alto por mucho tiempo. El paciente transportado era un adulto mayor a quien le habían amputado sus dos extremidades inferiores; pero, dicha condición y la oportunidad de trabajo que le asegura recibir remuneración por sus tareas, bien sea pagada por peculio propio del paciente o sus familiares, debería ser compensada con mejor atención para el beneficiario de los cuidados.

Por las calles donde ellos transitaron hay, en las aceras, accesos para personas con problemas de movilización, cito esta experiencia para prevenir casos similares ya que sin la supervisión sobre el enfermo, este queda a merced de sus cuidadores y su fallecimiento no necesariamente sería por la enfermedad sino por accidente de tránsito.

Econ. Marysol Del Castillo