Actividades recreativas están ayudando al bienestar de personas con discapacidad.

Personas con discapacidad emplean el arte como herramienta de aprendizaje

Con apoyo de una universidad, institución del MIES lleva a cabo la iniciativa.

Cuarenta y cinco usuarios del Centro Diurno para Personas con Discapacidad, del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), en el sur de Guayaquil, participan de jornadas de esparcimiento y aprendizaje.

Nayerly Alvear, una joven de 18 años con discapacidad intelectual, asegura que el haberse integrado con otros compañeros en actividades como el baile y la pintura le ha traído bienestar físico y mental. “Llegué hace un mes -testimonia-, y me siento bien porque me gusta apoyar, también me gusta bailar y aprender”.

Amparito Espinoza, directora del centro, explicó que el derecho a la recreación “se combina con el arte como una estrategia cuyo objetivo radica en levantar el ánimo, desarrollar emociones y afectividad, conducta y desarrollo de habilidades sociales de nuestros usuarios con discapacidad intelectual, auditiva y física muy grave, grave, leve y moderada”.

María José Icaza, representante de la Universidad de Las Artes, que apoya estas actividades, señala que el trabajo con el MIES se viene desarrollando desde el 2016, mediante un convenio de vinculación que permite a los estudiantes aportar en la comunidad durante un tiempo establecido de 160 horas para fortalecer la política pública. “Para nosotros es importante porque nos permite desarrollar el conocimiento fuera de las aulas”, indica Icaza.

Teodoro Veloz, estudiante de la entidad académica, dijo que una de las técnicas que se aplica es la combinación del movimiento corporal con la pintura. Esto permite un acercamiento entre el sentido de la pintura y las emociones que provoca la danza.