Un perito brasileño en la investigación del Arava

Un perito brasileno en la investigacion del Arava

Treinta días después del accidente aéreo de un avión militar Arava en Pastaza, donde murieron 22 uniformados, la investigación del caso aún está lejos de terminar.

Treinta días después del accidente aéreo de un avión militar Arava en Pastaza, donde murieron 22 uniformados, la investigación del caso aún está lejos de terminar. Pero ya existen indicios de la forma en que cayó la aeronave por la posición en que fueron hallados los cuerpos de los 19 paracaidistas. Todos estaban juntos, formando un solo bloque, con los brazos entrelazados, apegados a la cabina.

Aquella reacción de impacto, según paracaidistas militares, se forma cuando se prepara un aterrizaje forzoso. Dicen también que es el procedimiento aplicado para las emergencias en una aeronave. Optar por esa posición significa “lealtad, compañerismo, hermandad...”.

Para confirmar estos indicios y otros, que dan luz a la investigación militar, se continúa con la extracción de los restos del fuselaje, hélices y motor que quedaron esparcidos en una montaña, en la parroquia Fátima.

Un perito brasileño apoya la investigación de la Junta de Investigadores del Accidente Militar (JIAM), que el Ministerio de Defensa integró el 15 de marzo pasado con seis miembros, conforme lo establece el anexo 13 del Convenio Sobre Aviación Civil Internacional y el Reglamento de la Junta Investigadora de Accidentes (JIA), emitido por decreto ejecutivo en mayo del 2009.

Sus integrantes son, además del presidente de la Junta, un teniente coronel de la FAE, un investigador técnico, un aéreo y uno médico; y dos asesores: uno jurídico y otro técnico.

El fuerte militar Amazonas, ubicado en la parroquia Shell, se ha convertido en el punto de reunión de los seis investigadores que aún continúan con las labores de campo y esbozan un borrador de informe.

Según el Anexo 13 del Convenio de Aviación, en el caso de aeronaves de 2.250 kg o menos, el informe preliminar sobre el percance se enviará por facsímil, correo electrónico o correo aéreo dentro de los 30 días de la fecha en que ocurrió el accidente, a menos que se haya enviado anteriormente el informe de datos sobre el accidente/incidente.

Pero ninguno de esos informes previos puede divulgarse hasta que termine la investigación y se presente el informe final, para lo cual no hay un plazo establecido. Mientras continúa la investigación, que podría tardar meses y hasta años, en los cuarteles se recuerda a los fallecidos.

Fabián Fuel, comandante de la Brigada Patria, evoca con nostalgia y respeto a los valerosos hombres que perdió la patria. “Solo se nos adelantaron”, dice Fuel, quien quiere que la memoria de sus compañeros maestros y jefes de salto se quede para siempre en la avenida de la Inmortalidad, el acceso principal a la Brigada de Especialistas de Latacunga.

Allí se encuentra el Cementerio de los Héroes. Fuel tiene un proyecto para levantar un camposanto similar en honor a los 22 fallecidos. Sabe que su aspiración tomará tiempo. Hasta tanto, mañana simbólicamente se colocarán cruces en su honor.

Otra iniciativa buscará instalar en Latacunga una réplica del avión en el que ellos volaban el día del deceso.

Ceremonias en los repartos

Mañana se cumple un mes del accidente del avión israelí Arava que se llevó la vida de 22 militares. Ocurrió en la parroquia Fátima, a unos 15 kilómetros de Puyo, Pastaza, en la vía a Tena.

Compañeros uniformados, sus madres, hermanas, hijas, esposas, familiares y amigos recordarán hoy y mañana, con ceremonias religiosas en todos los repartos del país, a los 22 efectivos fallecidos en la tragedia aérea.

En el Comando de Educación y Doctrina del Ejército, en Sangolquí, habrá hoy a las 10:00 una misa en memoria de los oficiales, voluntarios, tripulantes y aerotécnicos de las Fuerzas Armadas que fallecieron el 15 de marzo.

Mañana, a la misma hora, se replicarán actos similares en todos los puestos militares del país. También en la catedral metropolitana de Quito, en la Brigada de Fuerzas Especiales de Latacunga, Cotopaxi; en la Brigada Shell, en la base aérea de Taura y en el comando de paracaidistas de Quevedo.

La Brigada Patria invitó a los familiares de las 22 víctimas a la ceremonia que habrá en esa unidad castrense. MCV