Los tres helicópteros Dhruv que quedan en tierra, de una flota de siete comprados en el 2008 a la India, saldrán próximamente a la venta. Los otros cuatro se accidentaron, entre el 2009 y el 2015.

El anuncio del ministro de Defensa, Ricardo Patiño, fue hecho en Quito, a pocos días de cumplirse 33 meses de que las aeronaves dejaran de volar y fueran ubicadas, sin ningún tipo de movimiento o mantenimiento, en uno de los hangares del Ala de Combate No. 22, en la base aérea de Guayaquil.

Sin ofrecer detalles del precio ni la modalidad del proceso de venta que se prepara, Patiño dijo que los Dhruv son helicópteros que se utilizan en muchos lugares del mundo, donde están dispuestos a recibirlos y adquirirlos.

La decisión de que no volarán más en el territorio ecuatoriano fue anunciada hace un año (octubre del 2015) por el Ministerio de Defensa, después de conocerse el resultado de la investigación de los dos últimos accidentes registrados en enero del 2015, que indicaron que fallas técnicas, imputables a la empresa responsable del mantenimiento, provocaron sus caídas el 13 y el 27 de enero de ese año. En el caso del primero y segundo accidentes, registrados en octubre de 2009 y febrero del 2015, los investigadores determinaron que hubo error humano.

La decisión de venta es anunciada una semana después de que la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea aprobara el informe definitivo sobre el proceso de contratación y compra de los helicópteros, en el que concluyó que no hubo irregularidades ni relación entre este y el asesinato del general retirado de la FAE, Jorge Gabela, en el 2010.

Hace meses, el presidente Rafael Correa y el ministro de Defensa, Ricardo Patiño, aseguraron que no hubo afectación al Estado en la compra de los helicópteros, porque lograron 51,5 millones en seguros y garantías y otros 3,96 millones por multas ante incumplimientos de la empresa Hindustan Aeronautics Limited (HAL). La cifra, dijeron, es mayor a los 42,5 millones de dólares en que se vendieron los Dhruv, de los cuales solo se pagó 39,2 millones porque hubo la cancelación del contrato.