
Una pareja fallece tras ser arrastrada por el mar
Eran extranjeros que residían desde hace siete años en Crucita, Manabí.
Una pareja de extranjeros que se encontraba sentada en unas rocas cerca del mar en la playa de La Loma, en la parroquia Crucita, de Portoviejo, fue arrastrada por una enorme ola. La fuerza del mar llevó a las víctimas hasta un sector rocoso. Ambos perdieron la vida de manera instantánea, informaron fuentes policiales y socorristas.
El hecho ocurrió aproximadamente a las 21:00 del pasado sábado.
Nativos del lugar informaron que la pareja se encontraba conversando, como era su costumbre hacerlo todas las tardes, pero con el fuerte oleaje ninguno se percató de una enorme ola.
“Estábamos jugando naipe y de repente escuchamos gritos que pedían auxilio. Eran unos compañeros de los extranjeros y corrimos para prestarles ayuda”, contó Andrés Conforme, uno de los testigos del suceso.
“Cuando llegamos, la señora ya estaba sin vida a la orilla de la playa. El señor aún agonizaba. Luego llegaron los socorristas y en el trayecto al hospital Verdi Ceballos Balda de Portoviejo también falleció”, agregó Conforme.
Personal del Cuerpo de Bomberos de Portoviejo, Policía Nacional (Dinased) y otros grupos de investigación estuvieron en el sitio y certificaron que la muerte de ambos fue accidental.
Los fallecidos fueron identificados como Joyce Railton Mickenna (70), de nacionalidad estadounidense; y su esposo Leopoldo Uzcategui (70), venezolano. Ellos habían adquirido una propiedad cerca de la playa en Crucita.
Los socorristas informaron que al llegar a la playa se encontraron con el cadáver de la dama y que intentaron todo lo posible para mantener con vida al hombre, pero que en el trayecto al hospital dejó de existir.
Hasta el mediodía de ayer, los cuerpos permanecían en el Instituto de Ciencias Forenses Ramón Loor Pincay de Manta, en espera de que sean retirados por los deudos, aunque se conoció que estos residen en Estados Unidos y que en las próximas horas arribarían al Ecuador.
Las autoridades de socorro recomiendan a los bañistas de los balnearios manabitas que tomen mucha precaución cuando se encuentren cerca de sectores rocosos.
“No tenemos aguajes, pero no sabemos qué pasa y por qué el mar ha estado un poco picado estos días. Estos extranjeros eran bastante queridos en este sector y siempre se sentaban a contemplar el mar por las noches”, comentó Rolando Cedeño, pescador de la zona.