El área social. Cuatro canchas y una casa comunal es lo que tienen a cargo los vecinos. Pero el sector, de 14.400 metros, tiene otros espacios.

Todos tienen papeles, menos el comite barrial

El área comunal de Sauces 3 tiene varios dueños, todos con trámites iniciados. Los vecinos buscan recuperar lo perdido

Los vecinos de Sauces 3 intentan recuperar un área que tiene muchos dueños y cada quien con documentos legales. Una tarea que no resulta nada fácil. Esta, administrada por el Banco Ecuatoriano de la Vivienda (BEV), se construyó en 1983. En aquel entonces, representaba una propuesta de avanzada: agrupaba un pequeño centro comercial, biblioteca, farmacia, retén policial, dispensario médico y casa comunal.

Pero el plan falló cuando el banco no encargó su administración. Ni a los vecinos, que tampoco tuvieron un ente representativo, ni a los comerciantes. Quedó en el limbo.

La situación suscitó la ocupación y lo convirtió “en tierra de nadie”, según los vecinos.

Luego, en 2014, el BEV entró en proceso de liquidación y de traslado de bienes y responsabilidades a otras entidades.

El consejo barrial (recién creado el año pasado) quiere recuperar la zona y devolverla al cauce que le trazó el BEV. Pero, para hacerlo, se enfrentan a otro problema; en el sitio todos tienen papeles que justifican sus derechos sobre los inmuebles. “Nada es ilegal. La mayoría tenemos trámites. Unos más avanzados que otros”, dice Rocío Quirola, quien atiende un comedor en uno de los 14 locales del centro comercial.

“Tampoco resultó fácil zanjar la situación con el banco”, dice Mónica Castro, quien preside la Coop. Taxi Col, que tiene su sede dentro del área. “Nosotros compramos nuestra sede en 1998. Nos entregaron una promesa de compra-venta. Aún no obtenemos el título de propiedad, por la situación legal del banco en estos años: cambio de directivos, proceso de liquidación”.

El gremio pagó 28’461.000 sucres (1.138,44 dólares).

“Casi todos los que ocupamos estos locales tenemos ese problema”, dice Luis Guano, dueño de una panadería. “El 2010 me obligaron a cancelar todo, de lo contrario me desalojaban, pero ellos (el banco), desde entonces, no me entregan el título de propiedad. Solo certificado de compra-venta”.

Con la construcción de la urbanización, 14.400 metros cuadrados se destinó a zona de equipamiento. Esta tenía como subdivisión un “área comunal vendible”, de propiedad del BEV, según un documento que elaboró en 2010 el Municipio. Es esta la parte ocupada.

Al no tener claro lo que les pertenece, Luis Martínez, presidente del comité, contrató un abogado. Espera así recuperar el espacio. “Ojalá y no solo sea de palabra eso de que tenemos área comunal”.

Anuncian la legalización del predio

Nelson Morales Báez, liquidador del Banco Ecuatoriano de la Vivienda (BEV), aclaró a este Diario, luego de un pedido de información, que la situación legal del predio en mención -el comunal de Sauces 3- está “en proceso de regularización y legalización”.

También pudo informar que revisado el catastro institucional “se puede concluir que el Programa Sauces III, cuyo código catastral es 90-985-005, es de propiedad del BEV, en liquidación”.

El fallo se dio desde el inicio

Ana Solano es una arquitecta que trabajó en proyectos habitacionales. Dice que la propuesta en Sauces 3 resultó interesante, pero se falló cuando en 1983 no se promovió la organización de la comunidad para que cumpla un rol en la administración del espacio. “No se socializó entre los ocupantes lo que implicaba su área comunal. A esto se suma que la comunidad es pasiva. Lo que queda ahora es intentar recuperar lo poco y trabajar por cambiar esa actitud de no involucrarse”.