En algo más cuatro meses que lleva en la Presidencia, el licenciado Lenín Moreno viene anunciando su política de gobierno en base a cambios, específicamente en la lucha contra la corrupción.

El problema se afinca en las autoridades de control y miembros de su entorno con quienes gobierna, que a diferencia de su predecesor no les llama la atención en forma pública, sino que utiliza un mensaje conciliador y sutil. Ante las denuncias que vienen haciendo los jueces destituidos por la Judicatura en los últimos cinco años, mediante videos, audios y sentencias escritas que a decir de aquellos les exhibían los asistentes del estudio jurídico que patrocinó en las causas judiciales que promovió el exmandatario, el presidente simplemente dijo que confía en Gustavo Jalkh. El mensaje es claro para el buen entendedor. Y tenemos vicepresidenta encargada. María Alejandra Vicuña fue designada mediante decreto ejecutivo, a quien encargó específicamente la promoción de la consulta popular que está dirigida a dejar sin efecto la reelección indefinida, precisamente es aquella pregunta que la exasambleista hoy vicepresidenta, defendió y promovió para aprobar vía enmienda constitucional en la Asamblea.

Estos ejemplos denotan la personalidad del mandatario, quien lejos de llamar a escarnio público a sus colaboradores, les envía un mensaje de apoyo, ratificándoles en forma diplomática que no pueden hacer lo mismo que promovieron.

Ab. Marco P. Jacho López