Pacto etico

El presidente de la República ha propuesto la suscripción de lo que llama pacto ético, mediante el cual todos cuantos se hallen involucrados en los llamados Papeles de Panamá no puedan ejercer funciones públicas de elección popular. ¿Y por qué solo funciones de elección popular cuando las que se ejercen en otras áreas públicas son las más peligrosas y contaminantes? El médico debe empezar por aplicar su medicina en los más cercanos a su entorno y en este caso hay, hasta ahora, por lo menos dos de esos funcionarios involucrados en tales papeles. Uno es el fiscal general y el otro un exministro que dejó el cargo volando con el grito del eslogan plagiado por esa llamada revolución ciudadana: “Hasta la victoria siempre”, para aterrizar en otra importante función del área petrolera, tan deseada por algunos que aspiran a una rápida riqueza. Si realmente se quisiera la vigencia de la ética, ya se habría pedido al fiscal que renuncie y se habría cancelado al otro involucrado. ¿O será que se cree que las manos limpias no se manchan ni con la contaminación del pecado, ni con otros hechos que demuestran la falta de limpieza antigua en las conciencias?

Las maniobras ya no convencen y se sabe que es una manera de atacar a los adversarios y de ocultar la propia viga en el ojo. Y al respecto recuerdo un hecho ocurrido en uno de los mercados de la ciudad de Quito, cuando dos vivanderas se enfrentaron a insultos y la amiga de una de ellas le aconsejó: “Dile p... vos primero”. Pero cuando los desafueros son tan evidentes, las maniobras solo hacen que a la impudicia se agregue la falta de veracidad y se pretenda que el disfraz engañe a los ciudadanos.

La consulta planteada por el presidente de la República debería contener un segmento mediante el cual los funcionarios públicos -cualquiera que sea su ubicación- que estuvieren incursos en los tristemente célebres Papeles de Panamá, o en otros similares, tengan que dejar inmediatamente sus cargos y ser sometidos al juzgamiento de los órganos correspondientes de la justicia. La corrupción va extendiéndose como una mancha de aceite sobre la sociedad nacional y en cuanto a los Papeles de Panamá aparte de los dos altos funcionarios de Estado hay un embajador implicado y seguramente habrá otros funcionarios más. Probablemente también algunos ciudadanos -que no sean funcionarios públicos- que se aprovecharon de las “facilidades” que les brindaban los paraísos fiscales y cuyas identidades se irán conociendo a medida que se aireen los secretos con que se manejaban esos asuntos.

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