
Ordenar la deuda, un reto para cada 10 anos
Reperfilar la deuda pública es una de las medidas del plan económico de Moreno. Analistas sostienen que es momento de mejorar la reputación como pagadores.
‘Déjà vu’ es el término que describe la sensación que experimenta una persona al pensar que ya ha vivido con anterioridad un hecho que, en realidad, es nuevo. Eso sintieron los mercados internacionales, hace unas semanas, al escuchar que en Ecuador se conformará una veeduría para auditar la deuda pública junto a la Contraloría y días después llegara nuevamente María Elsa Viteri a la silla principal del Ministerio de Economía y Finanzas.
La calificadora de riesgos Fitch aseguró que la situación es muy similar a 2008, año en que Ecuador decidió dejar de pagar una parte de su deuda en bonos soberanos, luego de que una auditoría la determinara como ilegítima.
En ese mismo sentido, Siobhan Morden, jefe de estrategia para América Latina de Nomura, un banco de inversión japonés, aseguró a la agencia Reuters que la auditoría que actualmente ejecuta Contraloría, a primera vista, es “aterradora”.
La alarma se encendió debido a que Ecuador es considerado un ‘serial defaulter’ o un incumplidor en serie de sus obligaciones de pago, asegura Augusto de la Torre, exjefe del Banco Mundial para América Latina.
De hecho, tal es la mala fama de Ecuador como deudor que solo una vez en la historia ha cumplido con el pago del vencimiento de bonos soberanos (el último pago con el que se cierra el crédito). A finales de 2015, Ecuador canceló $ 650 millones correspondientes a los Bonos Global 2015. La transacción fue catalogada como “histórica”.
Ecuador tiene problemas de deuda externa, aproximadamente, cada década (ver gráfico), por lo menos desde 1970, asegura Jaime Carrera, director del Observatorio de la Política Fiscal.
Diez años después de su último ‘default’, Ecuador busca reacomodar su deuda. El martes pasado, la ministra Viteri anunció que se busca negociar la deuda con China, el principal acreedor de Ecuador. “Hay que sentarse en la mesa para negociar con uno de nuestros mayores acreedores que es China”, aseguró la ministra.
También se busca una alternativa para la deuda comercial, adquirida por medio de bonos soberanos, aunque Viteri reconoció que es complicado.
A esto se suma que no hay claridad sobre la cifra exacta de la deuda pública. La Contraloría señaló que hasta finales de 2016, esta asciende a $ 65.749 millones.
El número equivale el 68,4 % del Producto Interno Bruto (PIB) y, por lo tanto, el Gobierno sobrepasó el límite legal del 40 % respecto al PIB hace más de un año.
Incluso, en el mejor de los casos, con los cálculos oficiales vigentes que dejan fuera montos de deuda interna o preventas de crudo, el Gobierno ya se aproxima al tope establecido y cuando se pase del 40 % deberá tener autorización de la Asamblea cada vez que requiera pedir prestado dinero.
Por esta razón, Viteri señaló que se piensa en un período de transición para que el Gobierno pueda endeudarse por sobre el 40 % del PIB mientras surten efecto las medidas de ajuste y se pone la casa en orden.
Ante esta situación complicada, analistas económicos y representantes de gremios empresariales aseguran que reperfilar la deuda en este momento es indispensable y señalan que la medida es un acierto por parte de Viteri, debido a que actualmente el país debe pagar cifras elevadas para honrar su deuda. En la proforma 2018 está previsto que este año se destinará $ 6.459 millones para el servicio de la deuda, es decir, para el pago de capital e intereses.
Pero, ¿por qué Ecuador cada cierto tiempo tiene problemas con su deuda? ¿Por qué ha sido un mal deudor? Para Carrera, Ecuador nunca ha tenido procesos para mantener las cuentas fiscales estables, en el largo plazo.
Mateo Villalba, exgerente del Banco Central del Ecuador (BCE) realizó en octubre de 2016 un análisis detallado del problema de la deuda ecuatoriana y al igual que De la Torre dice que el país es un ‘serial defaulter’.
En el artículo, asegura que para Ecuador ser un mal pagador es una tendencia difícil de corregir porque la gente se siente estafada por la deuda sin importar quién gobierne.
“A los gobiernos de corte popular se los acusa de endeudarse ‘en exceso’ para realizar ‘gastos innecesarios’, y a los de la élite, de que el endeudamiento sirve para favorecer desproporcionadamente los intereses particulares de grupos pudientes, nacionales o extranjeros”, señala Villalva.
En décadas pasadas, asegura De la Torre, los problemas para pagar la deuda que tuvo Ecuador tuvieron que ver con ‘shocks’ externos como la caída del precio del petróleo o la subida de las tasas de interés.
Pero hace 10 años, Ecuador, pese a que tenía los recursos para pagar sus compromisos, no quiso hacerlo y eso le costó muy caro en los años siguientes con endeudamiento costoso por la falta de credibilidad, a decir de De la Torre.
El pasado martes, Viteri rechazó críticas en ese sentido y aseguró que “jamás Ecuador ha hecho nada unilateralmente, siempre lo ha hecho respetando las condiciones del mercado”.
De la Torre sostiene que no es el momento para buscar culpables y también ve con buenos ojos el anuncio de reperfilar la deuda, siempre y cuando se cumplan con los compromisos adquiridos. En ese mismo sentido, Villalba asegura que el país debe buscar un consenso en materia fiscal para tener buena credibilidad y, así, romper con la historia de malos pagadores.