
Once segundos de gloria
Cruzó la meta y se dejó caer al suelo para romper en llanto. Se cogía la cara con ambas manos y no las despegó de ahí sino hasta cuando uno de los entrenadores la tomó por el brazo y la levantó. Marisol Landázuri no soñaba. Para ella el tiempo se detuvo el sábado pasado en la pista atlética Jefferson Pérez de Cuenca, durante el Grand Prix Sudamericano disputado allí.
Sus 24 años de vida (empezó a los 16 en el atletismo) bien pueden resumirse en 11 segundos y 26 centésimas, marca con la que logró uno de los más grandes anhelos de todo deportista: clasificar a unos Juegos Olímpicos, los de Río 2016.
Si bien para el país su nombre solo signifique el número 25 (cantidad de atletas tricolores clasificados a Río de Janeiro), para Landázuri su logro es el resultado de una vida sacrificada al deporte.
Padeció el no tener zapatos con qué correr, ni los medios suficientes para desplazarse a los entrenamientos. Aun así persistió en su afán de sobresalir.
Antes de cumplir los 18 años de edad salió de su natal Esmeraldas siguiendo una corazonada que hoy la hace grande. Se radicó en Guayaquil y recién hace apenas dos años pudo llamar la atención del alto rendimiento para centrar su carrera en el profesionalismo.
Manuel Bravo, presidente de la Federación Ecuatoriana de Atletismo, da fe de ello. “En el 2014 Marisol logró derrotar en un Campeonato Nacional de Adultos a Éricka Chávez, la mejor sprinter que hasta ese entonces tenía el país, y fue desde ahí que empezamos a construir su sueño”, confiesa.
Landázuri se mudó a Quito y comenzó a trabajar con Nelson Gutiérrez, entrenador de la actual velocista mejor rankeada del país y principal carta tricolor para los Juegos Olímpicos, Ángela Tenorio. Superó varias giras internacionales hasta llegar al Iberoamericano de Sao Paulo del 2014, donde ganó plata y fue incluida en la élite nacional.
Su destreza y velocidad fueron aprovechadas para integrar, junto a Ángela Tenorio, Yuliana Angulo y Viviana De la Cruz, el equipo nacional femenino que disputó el Mundial de Relevos del año pasado, en Bahamas, donde Ecuador llegó a ser cuarto en una de las series y obtuvo el noveno puesto al final, su máximo logro internacional.
El nombre de Marisol ya retumba en la historia. Tras la victoria en Cuenca, será la primera vez que dos ecuatorianas (con Ángela Tenorio, ya clasificada) estén desde la línea de partida en los 100 metros planos de unos Olímpicos.
Landázuri viajó el domingo a otro Gran Prix en Argentina y seguirá con una gira internacional. El sacrificio valió la pena.