
Olfatean el liderato
La punta está más cerca. Barcelona acortó sus distancias con el líder (Emelec) a un punto, gracias a la victoria 3-1 de ayer en el Christian Benítez contra Mushuc Runa, en un duelo en el que los amarillos demostraron superioridad de principio a fin.
La punta está más cerca. Barcelona acortó sus distancias con el líder (Emelec) a un punto, gracias a la victoria 3-1 de ayer en el Christian Benítez contra Mushuc Runa, en un duelo en el que los amarillos demostraron superioridad de principio a fin.
Dominador desde los primeros minutos, Barcelona tuvo atentos a sus atacantes como primera línea de presión, y la mitad de campo como el sector creativo en la ofensiva.
Una vez más Washington Vera ratificó su gran momento en el Ídolo del Astillero, al igual que Matías Oyola, quien tras su regreso sigue sumando actuaciones decisivas para que su equipo sume tres puntos.
Vera, quien reemplaza tácticamente a Ely Esterilla, volvió a ser explosivo y desequilibrante por el sector derecho. Constantemente fue objeto de faltas, debido a su velocidad y regate.
La dupla Osvaldo Minda - Matías Oyola continúa dando réditos a los canarios. El buen trabajo del pasado Clásico del Astillero se repitió ayer en el ‘Chucho’ Benítez. Cortaron las pocas jugadas que creaban los ambateños y anularon totalmente su mitad de campo.
Damián Díaz mostró su mejor faceta: libertad para inventar y moverse. El ‘Kitu’ lanzó paredes y se asoció, hasta el cansancio, con sus compañeros.
El resultado no refleja la superioridad de Barcelona en el terreno. El primer tiempo pudo terminar, fácil, con cuatro goles a favor de los canarios, pero no fueron precisos frente al arco.
Con la expulsión de Joaquín Lencinas en el equipo del ‘Ponchito’, hubo una tenue reacción pero que terminó sin ideas. Gran responsable de ese despertar fue Michael Jackson Quiñónez, quien ingresó en el segundo tiempo.
Los minutos restantes fueron de trámite. Mushuc Runa amenazó en jugadas de pelota parada, pero siempre se encontró con una zaga torera sólida y segura.
Ayer lo único que le falló a Barcelona fue su hinchada. Valores entre los 20 y 25 dólares provocaron que haya una asistencia de poco más de 2.000 espectadores. En la cancha todo salió perfecto y el Ídolo olfatea más de cerca la punta del campeonato, que perdió en los primeros días de mayo.