Odebrecht confiesa pago de sobornos en Ecuador
Ha confesado. La trama de corrupción internacional más cuantiosa de la historia echa raíces en Ecuador de la mano del hombre que pagaba los sobornos: Marcelo Odebrecht.
Ha confesado. La trama de corrupción internacional más cuantiosa de la historia echa raíces en Ecuador de la mano del hombre que pagaba los sobornos: Marcelo Odebrecht. La firma que lleva su apellido, una de las constructoras más grandes del mundo, pagó $ 33,5 millones en coimas en Ecuador, según aseguró ayer en su propia admisión de culpabilidades ante la Fiscalía de Estados Unidos, donde es procesado.
Según las palabras del multimillonario convertido en delator, los pagos ilegales en Ecuador se hicieron entre 2007 y 2016 para poder obtener contratos por unos 116 millones de dólares con el Gobierno.
La información del denominado Informe Ordebrecht desnuda una red de corrupción que se extiende por 12 países (incluido Ecuador) con más de mil millones de dólares a funcionarios públicos, desde 2001. Por esa delación, la compañía ha sido multada por $ 3,5 mil millones.
La compañía, expulsada de Ecuador por el mismísimo presidente Rafael Correa en 2007 y recibida con nuevos contratos millonarios años más tarde tras un “convenio de reparación”, ha estado en el radar de las investigaciones por corrupción desde hace meses.
Su presencia en el país, con obras que incluyeron multipropósitos, aeropuertos e hidroeléctricas, durante el actual Gobierno, había sido antes señalada como irregular: la confesión de Robert Trombeta, el encargado de sobornos en América del Sur en el caso Lava Jato, aseguró haber pagado 9 millones de dólares en uno de los contratos adjudicados a Odebrecht en Ecuador: el multipropósitos Baba. Su delación motivó la demanda internacional por lavado de activos que, reseñó este Diario, el legislador oficialista Christian Viteri impulsó, el mes pasado, en España y Suiza para obligar la apertura de cuentas ecuatorianas en el exterior sin ayuda de la Fiscalía ecuatoriana.
En la confesión de Odebrecht, a la que EXPRESO tuvo acceso, se explica los “problemas” que el empresario brasileño tuvo en la adjudicación de un contrato de construcción en Ecuador, “entre 2007 o 2008”. Así que, a través de un intermediario, acordó con un “oficial gubernamental con control sobre los contratos públicos” el pago de sobornos para corromper a funcionarios y “solucionar el problema”. El pago a estos funcionarios de Gobierno, asegura Odebrecht, se hizo en efectivo como, se ha demostrado, es su costumbre.
Una multa de $ 3,5 millones
La constructora brasileña Odebrecht, situada en el corazón del escándalo de Petrobras, y su filial Braskem acordaron ayer pagar multas récord de 3.500 millones de dólares a Estados Unidos, Suiza y Brasil por sobornos a funcionarios y políticos de esos tres países.
El Departamento estadounidense de Justicia informó ayer que Odebrecht aceptó pagar al menos 2.600 millones de dólares y Braskem 957 millones.
Odebrecht “se empeñó en un esquema gigantesco y sin paralelo” de sobornos para influenciar contratos y licitaciones “por más de una década”, afirmó el Departamento de Justicia en una nota.
En tanto, Braskem también pagó millonarios sobornos utilizando el sistema montado por Odebrecht para el mismo objetivo, apuntaron las autoridades estadounidenses.
Las dos empresas, que cotizan en la bolsa de Nueva York, utilizaron el sistema financiero y bancario de Estados Unidos para pagar “centenas de millones de dólares en sobornos”, afirmó el Departamento.
La trama de corrupción se extendió a 12 países.