Nuevo vicepresidente

El correato, su mafia y acólitos de la década robada fueron claros: sus enemigos eran los medios de comunicación independientes y los periodistas. Crearon el ritual de destrucción: las sabatinas. Un accionar patológico, propio de un psicótico, que reinventó el insulto a periodistas, ofensas a mujeres de la TV, puso apodos, rompió periódicos y vejó a todo comunicador libre. Fue un modo de realización obsesivamente orgásmico para realizar su delirante pretensión totalitaria. Siempre hizo saber que las únicas ideas y palabras que debían ser dichas, oídas y circular eran sus ridículas expresiones, constantemente cargadas de faltas de ortografía (sin imitar a Cantinflas y al Chavo, porque lo peor de un seudoacadémico es pretender ser chistoso hasta la ridiculez).

Por eso la elección del nuevo vicepresidente es un hecho histórico. Reivindica a los medios de comunicación y a la prensa libre. Es el mejor bofetón dado a los “robolucionarios” y al Padrino de Bélgica. Lenín Moreno lo hizo con suprema elegancia. Un hombre de la comunicación radial, con una trayectoria limpia y de honesto servicio a la libertad de expresión fue elegido para estar junto a quien se empeña en limpiar todo el estiércol e inmundicia dejados por la orgía mafiosa del correato.

El actual vicepresidente reúne, en una singular síntesis, multiplicidad de capacidades, virtudes y potencialidades de las cuales carecen muchos de los actuales políticos e improvisados que las maquinarias electoreras y el ‘marketing’ posicionan. Este joven radiodifusor es académico, hombre de pensamiento libre, de valores y virtudes que heredó de sus abuelos y padres. No podía el país encontrarse ante una mejor elección. Por eso tirios y troyanos lo eligieron. Solo los resentidos sociales, cómplices y mafiosos del correato se abstuvieron y emitieron comentarios ridículos. Muchos de ellos rogaban e imploraban para que les den un espacio en radio y otros medios de comunicación (algún día se escribirá la historia de estos políticos prepotentes y pordioseros que piden limosna de minutos para salir en radio, prensa y televisión). Por eso celebremos este bofetón directo que le ha dado Moreno al Alibabá de Bélgica.