Las metas de 2019 pueden ser sencillas, pero saludables. No solo se trata de dieta y ejercicios.

Un nuevo ano con propositos divertidos

Los estudios científicos nos revelan que hay que reír más, bailar y viajar por el bien de su corazón y el cerebro.

Ría más, baile, cante, salga con sus amigos, viaje... Que esos seas sus propósitos infaltables de Año Nuevo. Verá un cambio no solo en su estado de ánimo, sino también en su corazón, en sus músculos y hasta en su memoria.

Son metas sencillas y divertidas. Conozca más lugares. No necesita irse a otro país o esperar sus vacaciones; una travesía de ida y vuelta para disfrutar de una cascada, por ejemplo, le dará nuevos aires.

Analice cuándo tiempo libre tendría a la semana para verse con sus amigos y vuélvalo una rutina. Hay al menos siete propósitos como estos que tienen un efecto positivo probado por la ciencia.

Y claro, no hay que descuidar esos infaltables planes para el 2019: dieta y ejercicios. Especialistas consultados por EXPRESO le dicen qué hacer para que esta vez la pereza no le gane la batalla, pues está comprobado que hay una decena de propósitos que se nos hacen más difícil seguir, como bajar de peso, comer sano, dejar de fumar o conocer lugares nuevos. Así que esta vez, que todas sus metas se cumplan.

No deje de reír

La risa ayuda a despejar nuestra mente, pero también a prevenir enfermedades cardiovasculares. La Sociedad Española de Cardiología dice que cuando reímos, segregamos hormonas como las endorfinas y la serotonina, que nos ayudan a reducir el estrés y se convierten en un analgésico natural. La ciencia confirma que nuestra actitud frente a la vida incide en la salud.

A bailar

El baile lo llena de energía, oxigena su cerebro, es bueno para la memoria, estimula el sistema nervioso, lo hace más flexible y, por lo tanto, retarda el envejecimiento. Hay varios estudios sobre el tema. Uno de ellos, por ejemplo, el de la universidad canadiense McGill , halló que las personas con enfermedad de Parkinson que bailaban tango vieron disminuir el temblor de su cuerpo y mejorar su coordinación.

¿Y los amigos?

La falta de relaciones interpersonales equivale a fumar unos 15 cigarros al día o a tomar seis vasos de alcohol diarios, asegura un estudio de la Universidad de Brigham Young, en Estados Unidos. Deberíamos separar al menos dos días a la semana para los amigos, sugiere la Universidad de Oxford. No importa qué hagan juntos: ir a comer o a bailar, lo que cuenta es compartir y salir.

Despéguese de la silla

No se trata de nada complicado, sino de que deje de pasar tanto tiempo sentado. Al menos, intente pararse de su silla cada media hora para reducir el impacto del sedentarismo. La Universidad de Columbia confirma lo que indican otros estudios: el deterioro de la salud se produce a consecuencia de la cantidad de tiempo que pasamos sentados a diario y de la falta de actividad física.

Salga de viaje

Cuando viajamos, solemos caminar más, lo que resulta bueno para el corazón. Además, al disfrutar de la naturaleza alejamos al estrés. La Universidad de Surrey, en el Reino Unido, asegura que solo el hecho de planear un viaje crea sentimientos positivos. Probar nuevos alimentos y conocer otras costumbres estimula nuestro cerebro y hasta nos ponemos más creativos.

Desahóguese

¿Le ha pasado que cuando tiene un problema y no lo dice, siente una opresión en el pecho casi todo el tiempo? Ese estrés que se genera, se puede reducir al desahogarse. No se trata de contarle a todo el mundo lo que le pasa y tampoco de decir cada paso que dé, sino de exteriorizar su preocupación con alguien de confianza o con un especialista en Psicología.

Más música

No hay duda de que la música es una de las mejores terapias. ¿De qué género? El que a usted le guste. La Universidad de Maryland hizo un estudio en el que los voluntarios que escucharon su música predilecta mostraron una mejor dilatación de venas y arterias, lo que ayudaba a su salud cardiovascular. Además, es buena para el ejercicio, pues mejora el rendimiento hasta en un 15 %.

Para ejercitarse, busque un aliado

Juan Ramírez / Deportólogo

Uno de los objetivos que nos planteamos a inicios de año es hacer actividad física, pero esta debe ser recreativa, es decir, que vaya a divertirnos y no que, por el contrario, nos sintamos obligados a mantenerla. Se debe escoger el ejercicio que vaya encaminado a un fin, como conservar la salud y lucir una mejor apariencia. Hay que considerar también que el entorno sea favorable. Cuando se escoge un deporte, tiene que decidir según la disponibilidad de horario. Puede hacer una caminata por la mañana, antes de salir al trabajo, o en la noche, al retornar. Lo ideal es que no lo haga solo, pues puede ganarle la pereza, pero si tenemos uno o dos compañeros de actividad deportiva, ellos podrían convertirse en un factor motivador para llegar a esa meta.

El cambio inicia dentro del hogar

Jestin Quiroz / Dietista nutricionista

Hacer dieta no significa matarse de hambre, porque eso nos lleva al fracaso. Empiece por incluir frutas, verduras y vegetales en su alimentación. Además, es importante crear un ambiente saludable y hay que comenzar por el lugar que puede controlar, es decir, el hogar. Retire de su alacena o de su nevera los alimentos insanos, como las galletas, las tortas, los refrescos, las bebidas azucaradas, los panes refinados y todo aquello que sabe que le puede causar daño. En su lugar, coloque productos saludables como los frutos secos. Tenga un frutero en casa a la vista y a disposición de todo el grupo familiar. Para poder cumplir con su objetivo y no abandonarlo al mes o a mitad de año, lo principal es tener la guía de un especialista.

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