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Noboa una defensa politica

Los argumentos políticos del expresidente guardan estrecha sintonía con los promulgados por Joffre Campaña,

Toma una postura. El expresidente Gustavo Noboa ha asumido la defensa política del empresario Enrique Cadena, protagonista de una trama de investigación de Diario El Universo sobre los detalles tras la venta de crudo a China y sus respectivas comisiones.

Lo ha hecho a través de un libro electrónico, que ya se comparte en círculos de juristas.

El escrito tiene interés. En su publicación y tomando el caso de Cadena, que incluye un largo ir y venir de declaraciones y rectificaciones entre las partes, el otrora representante de la extinta Democracia Popular, presenta un caso a favor de la honra. Para ello carga contra la libertad de expresión desde la portada: “La obligación de rectificar ante el error manifiesto”, en un libro de análisis línea-por-línea que anuncia desde el principio su conclusión: “error manifiesto”.

Noboa compara las publicaciones periodísticas de los Papeles de Panamá, el hilo detonante y conductor de los casos de corrupción que afloran en las petroleras estatales con su propia experiencia política. Cuando gobernante, asegura haber vivido “en carne propia un proceso de difamación” desde la prensa.

Para intentar probar tal escenario, de una prensa difamante y acosadora, el expresidente ha decidido aterrizar en el presente. El caso Cadena Marín es a su juicio un nuevo emblema. Por eso lo recoge bajo la condición de abogado, su profesión antes y después de la política.

Tal vez por eso, por la genética legal de su ser político, el libro se soporta más en preguntas que en respuestas. Y ante los vacíos se concluye con haber encontrado la duda razonable, por así decirlo.

En sus alegatos despertará entonces interrogantes sobre la validez de la información, cargando sobre la fuente. Los Papeles de Panamá, que abrieron investigaciones por corrupción en 70 países, provienen de la filtración de cientos de miles de documentos de un estudio jurídico panameño; eso, a juicio de Noboa es digno de “reprochar”.

Más allá de la fuente principal, Noboa dirigirá luego la mirada hacia los mensajeros: el político Fernando Villavicencio, a quien alude como “activista político” y las publicaciones de prensa que profundizaron y amplificaron sus señalamientos sobre Cadena. Sobre estos, el expresidente los acusará de vincular sin pruebas y de “buscar sembrar dudas”, omitir información y utilizar términos como “comisión” que, siempre a su criterio, “se entiende en el lenguaje popular como ‘coimas’”.

Los argumentos políticos del expresidente guardan estrecha sintonía con los promulgados por Joffre Campaña, el defensor jurídico del protagonista de la trama, Enrique Cadena. Ambos finalmente lo exculpan.

El autor declinó de comentar en entrevista con EXPRESO sobre sus palabras. Prefiere dar declaraciones cuando la obra esté publicada.

Por eso, precisamente, no ha sido posible para este Diario responder cómo comulgan estos argumentos con sus declaraciones públicas a favor de la libertad de expresión y de la necesidad “de mantener la independencia de la prensa”. Tampoco queda claro si el expresidente se ha reunido con el empresario Cadena y su abogado Campaña en Miami, como advirtió esta semana el denunciante Villavicencio. Y mucho menos, el leit motive: ¿tiene que ver con un principio como la Libertad de expresión o con un empresario?

Para saberlo habrá que esperar a que el autor se pronuncie.