
Cuando la musica supo a ‘gloria’
El clásico del pop de Umberto Tozzi continúa vigente en radios, bares, series de televisión y películas.
Es de esas canciones que apenas se escuchan sus primeros acordes, incita a moverse, bailar y cantar. La versión más conocida de Gloria es la de la fallecida Laura Branigan, pero si hay que darle el crédito a quien corresponde es a su creador, el italiano Umberto Tozzi (67).
Él la compuso y la interpretó por primera vez en 1979. Pegó en casi todo el continente europeo, pero tres años después trascendió a nivel mundial gracias a la estadounidense que le imprimió vigor a la melodía con el apoyo de sintetizadores y su fuerte voz de cuatro octavas.
Lanzada en mayo de 1982, un mes antes del Campeonato Mundial de Fútbol en España, el tema llegó a ser número uno en la mayoría de países de América, Europa y Oceanía. Se mantuvo 36 semanas en el Top Ten de la Billboard y convirtió a la Branigan en la nueva Donna Summer.
La letra, originalmente romántica, fue modificada. La gente bailaba ahora en la pista con total frenetismo la historia de una mujer atolondrada que vivía a mil por hora y que escuchaba voces en su cabeza.
Emisoras locales como Once-Q y Fantasía Musical no dejaban de programarla y más de un asiduo de la discoteca Infinity, sin duda, sudó la gota gorda. Hasta el grupo infantil Parchís y décadas después, Gloria Trevi, se hicieron eco de este fenómeno.
Después de 40 años, el hit ha cumplido con el objetivo de cautivar a la generación milenial y posmilenial. Series como El asesinato de Gianni Versace y películas como El lobo de Wall Street, I Tonya y Gloria Bell, con Julianne Moore, mantienen vigente a Gloria.
Hace poco Umberto Tozzi dijo en una entrevista que “nunca, para nada, pensé que pudiera llegar un tema mío al número uno en Estados Unidos”.
Y añadió: “Ahora lo que pienso es que me habría gustado haberla cantado originalmente en inglés, pero ya es mucha suerte haberlo hecho en italiano. Se han hecho decenas de versiones”.
Gloria superó aquel verano de 1979 trascendiendo como un clásico de la música disco, y quedó guardada para siempre en algún lugar del corazón y la cabeza.