
El Municipio de Daule y negocios de La Aurora no concretan un acuerdo
No salió humo blanco en el encuentro que sostuvieron representantes del Municipio de Daule con los dueños de los negocios de la parroquia urbana satélite La Aurora. La reunión se realizó en el auditorio del palacio municipal y bajo resguardo policial.
Los comerciantes de materiales de construcción, bares, prostíbulos, moteles, areneras, y lubricadoras de La Aurora están en contra de la ordenanza, que obliga la reubicación de dichos negocios.
Mientras se desarrollaban las conversaciones, un grupo de manifestantes se agolpó frente a la casa municipal para gritar consignas ofensivas al alcalde Pedro Salazar y a funcionarios municipales.
Pancartas con leyendas como “Señor alcalde todos tenemos derecho al trabajo” y “Damos empleo a personas de La Aurora”, el grupo protestó por cerca de cuatro horas.
Cerca del mediodía, los concejales Tyron Bajaña e Iván Sánchez solicitaron al alcalde una revisión de la ordenanza, lo que fue aceptado.
Salazar reveló que los negocios serán reubicados en la vía Salitre, desde la urbanización Arboleta hasta el peaje de la T de Daule. Será en este sitio donde alquilarán o comprarán los terrenos para continuar con sus actividades.
El burgomaestre pidió la colaboración de “los verdaderos comerciantes de la parroquia”, refiriéndose a la protesta por personas ajenas a las actividades comerciales de la zona.
El supervisor de una distribuidora de materiales de construcción, Enrique Mora, tiene dudas si podrán adquirir un terreno en la zona que asignará el Cabildo.
“No sabemos si nos querrán vender, pues ni siquiera hemos hablado con propietarios de dichos predios”, dijo.
Mora espera que en la nueva reunión con el Municipio se logre un acuerdo. “Queremos que se revise o regule la reforma; y si ya, por fuerza mayor, necesitamos ser reubicados que nos den los plazos necesarios”, expresó.
Raúl Larrosa, uno de los dos concesionarios de arena y minería en La Aurora, espera llegar a un acuerdo.
Para Irma Barcia, propietaria de uno de los bares de esta localidad, la situación se complica con la reubicación. Ella también espera una prórroga.
“No es justo que nos dejen sin trabajo, ya que en la zona donde nos quieren reubicar hay un caserío y nadie nos quiere vender, porque al frente hay una urbanización que está tomando una alta plusvalía”, expresó Barcia.
La mujer lamentó no contar con el dinero para invertir, lo que significará dejar sin empleo de manera directa a 10 personas, entre ellas madres solteras.
Hasta el cierre de esta edición, permanecía el resguardo policial en el Municipio. Tampoco se concretaba la fecha para una nueva reunión con los propietarios de los negocios que están en la mira. ERS