
¿Por qué Trump podría declarar la guerra contra Venezuela? Estan son las señales
La tensión se intensifica tras amenazas de Donald Trump, bloqueos petroleros y advertencias militares
La frase cayó como una bomba en Washington y empezó a rebotar por toda América Latina. “Se informó a los miembros del Congreso de que se avecina una guerra”. No la dijo un funcionario del Gobierno, sino Tucker Carlson, uno de los comentaristas más influyentes de la derecha estadounidense, quien aseguró que el presidente Donald Trump anunciaría una guerra contra Venezuela en su discurso a la nación de la noche de este 17 de diciembre.
Horas antes de que Trump se prepare para hablar desde la Casa Blanca, las piezas del tablero ya estaban en movimiento. Y no son nuevas. Se han venido acumulando durante semanas —incluso meses— en una escalada política, militar y económica que hoy tiene al Caribe como escenario de máxima tensión.
El petróleo como detonante
En el centro del conflicto vuelve a aparecer un viejo fantasma: el petróleo venezolano. Trump ha insistido, una y otra vez, en que Venezuela “le quitó ilegalmente” los derechos petroleros a las empresas estadounidenses y que Estados Unidos los quiere de vuelta.
“Nos quitaron todo nuestro petróleo. Lo queremos de vuelta”, dijo este miércoles desde la base aérea Andrews, en un mensaje que rompió cualquier intento de moderación diplomática.
La Casa Blanca ha reforzado ese discurso. El subjefe de gabinete, Stephen Miller, llegó a afirmar que Estados Unidos “creó la industria petrolera de Venezuela” y calificó la nacionalización de 1976 como “el mayor robo de riqueza estadounidense de la historia”. Para Caracas, esas palabras tienen un peso específico: suenan a justificación política de una intervención.
Bloqueos, incautaciones y presencia militar
Las declaraciones no han venido solas. En los últimos días, Washington ordenó el bloqueo total de petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela y confiscó un buque cargado de crudo frente a sus costas. Paralelamente, EE. UU. ha desplegado un amplio operativo militar en el Caribe y el Pacífico oriental, bajo el argumento de combatir el narcotráfico.
Desde septiembre, fuerzas estadounidenses han destruido al menos una veintena de embarcaciones que, según Washington, transportaban droga. El saldo: más de 90 personas muertas, en operativos que organizaciones y analistas califican de extrajudiciales.
Trump incluso aseguró que Venezuela está “rodeada por la armada más grande jamás reunida en la historia de Suramérica”, y advirtió que la conmoción será “como nunca antes” si Caracas no devuelve los activos que, según él, pertenecen a Estados Unidos.

El factor político interno de Trump
El discurso de esta noche no solo llega en medio de la tensión internacional. Trump enfrenta crecientes críticas internas por el aumento del costo de vida y la inflación. Sectores de su propia base le reprochan estar más concentrado en la política exterior que en los problemas domésticos.
En ese contexto, un enemigo externo —con el narcotráfico y el petróleo como ejes— puede convertirse en un argumento político poderoso. No es casual que el mandatario haya prometido “pronto” ataques contra el narcotráfico en territorio venezolano, una frase que eleva el conflicto a otro nivel.
Maduro alerta a la ONU
Desde Caracas, la respuesta ha sido inmediata. Nicolás Maduro habló con el secretario general de la ONU, António Guterres, para advertir sobre una “escalada de amenazas” de Estados Unidos y sus “graves implicaciones para la paz regional”.
El Gobierno venezolano calificó la postura de Trump como una “pretensión guerrerista y colonialista” y denunció un asedio político, diplomático y económico, acompañado —según Maduro— de una campaña de falsedades y amenazas militares.
Mientras tanto, el propio mandatario ha llamado a los venezolanos a organizarse en milicias ciudadanas para defender el país.

La respuesta militar de Caracas ante el bloqueo petrolero
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) aseguró que preservará “a toda costa” la integridad territorial de Venezuela y el orden constitucional vigente, tras el anuncio del Gobierno de Estados Unidos de bloquear todos los buques petroleros sancionados que entren o salgan del país. Así lo afirmó el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, quien subrayó que la institución militar actuará con “serenidad imperturbable”, pero sin ceder ante lo que calificó como provocaciones externas.
En un comunicado leído en la televisión estatal, Padrino López advirtió que las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, no intimidan a Venezuela y denunció que el bloqueo petrolero constituye un “claro acto de agresión” que viola la Carta de las Naciones Unidas. El alto mando militar sostuvo que la FANB defenderá los espacios aéreos y marítimos del país y llamó a los organismos multilaterales a pronunciarse frente a una escalada que —según Caracas— pone en riesgo la paz regional y la estabilidad energética internacional.
¿Guerra o presión máxima?
Hasta ahora, no existe una confirmación oficial de que Trump vaya a declarar la guerra esta noche. La afirmación de Tucker Carlson, aunque influyente, se basa en fuentes del Congreso y no en un anuncio directo de la Casa Blanca.
Sin embargo, los hechos de este 17 de diciembre muestran que la confrontación ya no se limita al discurso. Bloqueos, incautaciones, despliegue militar y una narrativa centrada en recuperar el petróleo configuran un escenario en el que la palabra “guerra” dejó de sonar exagerada.
Cuando Trump se dirija al país esta noche, el mundo estará atento. No solo a lo que diga, sino a lo que confirme o desmienta. Porque, a esta altura, la pregunta ya no es si hay tensión entre Estados Unidos y Venezuela, sino hasta dónde está dispuesto a llegar el presidente estadounidense para imponer su pulso.
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