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Cinco muertos y varios (8294047)
Desde que comenzó 2022 se han producido 233 ataques de este tipo en Estados Unidos, ante el rechazo de mucha gente por la violencia.MATTHEW CAVANAUGH / EFE

El tirador de Tulsa llegó para matar a un médico

Según la policía, el agresor se quejaba de una operación que le había hecho un profesional de la salud. El tiroteo deja 5 muertos en Oklahoma, EE.UU.

La Policía anunció ayer que el hombre que irrumpió en una clínica en Tulsa (Oklahoma, EE.UU.), donde mató a cuatro personas antes de quitarse la vida, quería asesinar a uno de los fallecidos, un médico que lo había operado recientemente, por el dolor que sufría tras una intervención quirúrgica.

El jefe del Departamento de Policía de Tulsa, Wendell Franklin, identificó al presunto asesino como Michael Louis, y a sus víctimas: dos médicos, entre ellos el que lo trató en el pasado, Preston Phillips, una recepcionista de la clínica y un paciente.

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El responsable explicó que el tiroteo se produjo en la segunda planta del edificio, situado en las instalación del Hospital Saint Francis de Tulsa.

Franklin dijo que, tras quitarse la vida, los agentes encontraron que el sospechoso llevaba encima una carta “donde dejaba claro que había venido con la intención de matar al doctor Phillips y a cualquiera que se cruzara en su camino”.

“Culpaba al doctor Phillips de su dolor continuo tras una operación quirúrgica” en la espalda, el pasado 19 de mayo, detalló el jefe de Policía.

Tras ser dado de alta el 24 de mayo, Louis llamó varias veces al médico para quejarse de su dolor y pidió que le proporcionara algún tratamiento para el mismo. De acuerdo con la Policía, el pasado 31 de mayo el médico tuvo consulta con el sospechoso, y el mismo día del tiroteo Louis volvió a telefonear a la oficina del facultativo para “quejarse de dolor de espalda y buscando atención adicional”.

Asimismo, Franklin agregó que la esposa de Louis llamó a la Policía hora y media después del ataque diciendo que “su marido había asesinado a varias personas en la consulta del doctor Phillips”.

La mujer del sospechoso llamó a la oficina y entregó información a la Policía, indicó Franklin. La información de que disponemos actualmente es que ella no sabía lo que iba a pasar, pero él la contactó o bien antes de que ocurriera el tiroteo o durante el tiroteo para informarle lo que había hecho”.

Por otro lado, Franklin reveló que antes del ataque el presunto agresor compró legalmente dos armas de fuego: un rifle semiautomático del tipo AR-15, que adquirió el mismo día del tiroteo, y un arma de fuego semiautomática de calibre 4.0, que compró el 29 de mayo.

Este nuevo tiroteo tiene lugar mientras el país continúa reponiéndose de la masacre ocurrida el pasado 24 de mayo, cuando 19 niños y dos profesoras fueron asesinados por disparos de un joven de 18 años en una escuela de Uvalde (Texas), donde el agresor fue abatido después por la policía.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió este martes pasado que se reunirá con miembros del Congreso para tratar la cuestión del control de las armas de fuego, después de lo ocurrido en Uvalde.

Varios políticos del Partido Demócrata y activistas de la sociedad civil han tratado de abogar por el control de armas para evitar más tiroteos en escuelas del país, mientras que los republicanos, históricamente opuestos a medidas que limiten la compra de armas de fuego, han preferido centrar el debate en los problemas de salud mental del atacante.