Del tentadero de la vaca a ser apicultor: el agroturismo para el verano

Ser ganadero por un día en una finca de toros bravos, convertirse en agricultor para descubrir las bondades del aloe vera y acercarse al apasionante mundo de las abejas son actividades complementarias del turismo rural, conocido como agroturismo, que también se puede practicar en verano para ayudar a diversificar el negocio de las explotaciones agrícolas.

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Se trata de experiencias en auge que se convierten en tendencia año tras año, según el presidente de la Asociación Española de Turismo Rural (Asetur), Pedro Carreño, y que, a su juicio, forman parte del turismo rural porque cumplen con todos los requisitos: se practican en el campo, están vinculadas al patrimonio, a la identidad y a la forma de vida de los pueblos.

Además, estas actividades, que ofrecen una nueva visión del descanso y aportan a las comunidades, atraen tanto a turistas locales como extranjeros y contribuyen al trabajo de agricultores y ganaderos, generando un ingreso extra para las explotaciones agrícolas.

Hay diversas opciones

Hay diversidad de opciones. Por ejemplo, para conocer la vida real del toro bravo, un animal icónico de España que atrae a miles de curiosos, se puede visitar la Ganadería Gavira en Los Barrios (Cádiz), concretamente en el tentadero, ha explicado a Efeagro el ganadero Juan Gavira.

La experiencia empieza con un acercamiento a la cultura del toro y la vida del animal: qué come, cuál es su hábitat; después, ya en el ruedo, un torero explica en qué consiste el tentadero y las cuatro características que debe tener una vaca para ser madre y criar un toro bravo, por las que después votarán los participantes: “nobleza, bravura, fijeza y toreabilidad”, detalla Gavira.

A la actividad se puede asistir de manera privada cualquier día de verano o, tras la época estival, todos los domingos. Desde hace seis años ha recibido unos 2.000 visitantes, lo que supone un impulso para esta ganadería, pues este año “va a ser el primero que, gracias al turismo, me pueda servir para no perder dinero”, puntualiza.

En Carmona, además de campos de girasoles, también se cultiva aloe vera, concretamente en la finca Las Coronas, donde dan la oportunidad de ser agricultor por un día. Esta actividad complementa la producción y fabricación de productos con esta planta y ya ha recibido a unos 200 visitantes.

Al inicio del paseo se puede ver el centro de fabricación y, si coincide, observar lo que se hace allí dentro para después “acercar al visitante a la planta”, detalla la responsable de actividades en la finca, Lola Cuaresma.

A través de una simulación, el viajero aprende a utilizar la hoja, limpiarla, cortarla y lavar el interior “para después utilizarlo en la elaboración de cualquier producto”, además de “probar la planta, ver demostraciones, hacer recetas y, en función de la visita, incorporar más cosas”, añade Cuaresma.

Las visitas son muy personalizadas, con un perfil “muy variopinto”: estudiantes de grados agrícolas, agricultores de otros países donde no es habitual este cultivo y lo quieren incorporar, colegios y personas mayores. Toda una tendencia que cada año atrae a más interesados, desde diferentes partes del país y del extranjero.

También es posible ser apicultor por un día en la finca La Nava (Guadalajara) desde finales de 2024. La jornada empieza situando al visitante en la región de La Alcarria, cuna de una de las denominaciones de origen de miel de España, para seguir con una explicación sobre las partes de las abejas, los tipos, su reproducción y aspectos básicos de una colmena.

Mano a mano, los apicultores y hermanos responsables de la explotación, Jaime y Miguel Vela, acercan a los visitantes a las 65 colmenas que conforman la finca, donde se ofrece “una explicación más práctica y una revisión del trabajo que haya que hacer ese día, que, dependiendo de la época, pueden ser unas cosas u otras”.

Por ejemplo, en verano producen miel de lavanda y entonces “revisan que las colmenas tengan espacio; en primavera ven la reproducción y en otoño la invernada. La actividad concluye “con una cata de mieles y un maridaje” para saborear los resultados del trabajo como apicultor temporal que ha desarrollado el turista, detalla Vela.

En lo que resta de este mes de julio y durante agosto seguirá siendo verano y habrá vacaciones, una combinación que impulsa un agroturismo familiar cada vez más diversificado.

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