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China suma 13 muertes (8147098)
La gente hace cola para someterse a un test de COVID-19 en Pekín, China, el 4 de mayo de 2022. EFE/.MARK R. CRISTINO

Shanghái, el epicentro de los rebrotes de la COVID-19

Pekín alienta el teletrabajo para esquivar la oleada de ómicron. La OMS cifra en 15 millones las muertes por la pandemia en el planeta

La Comisión Nacional de Sanidad de China notificó ayer 13 nuevas muertes a causa de la COVID-19 y la detección de 373 nuevos positivos al coronavirus SARS-CoV-2 en la víspera, 360 de ellos por contagio local.

Todos los fallecimientos se registraron en Shanghái, convertida desde hace un mes en el epicentro de los rebrotes en el país asiático y cuyos 26 millones de habitantes permanecen desde hace un mes en estricto confinamiento. Las provincias con mayor número de casos de transmisión comunitaria fueron Shanghái (este, 261), Pekín (42), Henan (centro, 14) y Cantón (sureste, 13).

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China, que aplica una severa política de “tolerancia cero” hacia el nuevo coronavirus, atraviesa una oleada de rebrotes atribuida a la variante ómicron que está provocando cifras récord de contagios no vistas desde el inicio de la pandemia en la primera mitad de 2020.

Las autoridades sanitarias también informaron ayer de la detección de 4.740 casos asintomáticos, 14.067 de ellos locales (la mayoría en Shanghái), aunque Pekín no los computa como casos confirmados a menos que manifiesten síntomas.

Los 13 contagios restantes, hallados entre viajeros procedentes del extranjero, se detectaron en diversas regiones del país.

La Comisión Nacional de Sanidad detalló asimismo que, hasta la pasada medianoche del miércoles se dio de alta a 2.125 pacientes tras superar con éxito la COVID.

El número total de contagiados activos en la China continental asciende a 12.755, 650 de ellos en estado grave. Según las cuentas de la institución, desde el inicio de la pandemia se infectaron 218.571 personas en el país y fallecieron 5.141.

Hasta la fecha se ha realizado seguimiento médico a más de 3,5 millones de contactos cercanos con infectados, de los cuales 470.918 continúan en observación.

Mientras tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo ayer que la pandemia de COVID-19 ha causado cerca de 15 millones de muertes directas e indirectas en todo el mundo, el doble de lo que inicialmente se había calculado. En total, el organismo sanitario indicó que calcula que 14,9 millones de muertes pueden asociarse a la pandemia, lo que representa un punto medio entre un mínimo de 13,3 millones y un máximo de 16,6 millones de fallecimientos contabilizados del 1 de enero de 2020 al 31 de diciembre de 2021.

Ese total incluye los 6,24 millones de decesos por COVID notificados oficialmente a la OMS por sus 194 países miembros.

El resto corresponde a muertes causadas por la COVID, pero que no fueron reportadas como tales, así como aquellas causadas por otras enfermedades que no pudieron ser atendidas debido a la sobrecarga que sufrieron los sistemas sanitarios en la etapa aguda de la pandemia.

La organización ha llamado a este cálculo “muerte en exceso”, es decir la diferencia entre las muertes que se registraron en el período de dos años y las que podrían haberse esperado si no hubiese ocurrido la pandemia.

En este resultado también han influido muertes que desde cierto punto de vista se “evitaron” debido a que los confinamientos redujeron el riesgo de accidentes de tráfico y ocupacionales.

“Hay la necesidad de que todos los países inviertan en sistemas sanitarios más fuertes que sean capaces de mantener los servicios sanitarios en tiempos de crisis, y que tengan sistemas de información sanitaria fuertes”, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Además, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) advierte de que es muy pronto para considerar el “uso de una cuarta dosis” de las vacunas de ARNm (Pfizer y Moderna) en la población general, mientras que una cuarta inyección si se respalda en personas inmunodeprimidas y en mayores de 80 años, dado su mayor riesgo de desarrollar COVID-19 grave. Mientras tanto a seguirse cuidándose para evitar más contagios.