
Putin, Xi y Kim se reúnen en Pekín: Trump acusa conspiración contra EE.UU.
Los líderes de Rusia, China y Corea del Norte se reunieron para conmemorar el aniversario del fin de la Segunda Guerra
Este 3 de septiembre, Pekín fue escenario de una reunión sin precedentes entre los líderes de China, Rusia y Corea del Norte. Xi Jinping, Vladimir Putin y Kim Jong Un compartieron tribuna en el desfile militar conmemorativo por los 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial, en lo que analistas califican como una demostración de fuerza y alineamiento geopolítico frente a Occidente.
La presencia conjunta de los tres mandatarios marca la primera vez en más de seis décadas que sus países coinciden en un evento de esta magnitud. El desfile, celebrado en la Plaza de Tiananmén, incluyó misiles hipersónicos, drones submarinos, vehículos automatizados y una exhibición aérea que culminó con la liberación de 80.000 aves de la paz.
Xi Jinping, vestido con un traje estilo Mao Zedong, declaró que “la humanidad se enfrenta a una disyuntiva entre la paz y la guerra” y que China “se mantiene firme en el lado correcto de la historia”. Sentado entre Putin y Kim, el presidente chino conversó con ambos durante la ceremonia, proyectando una imagen de cercanía estratégica.
Kim Jong Un busca ampliar su influencia diplomática
La participación de Kim Jong Un en el evento fue especialmente significativa. Acompañado por su hija Kim Ju-ae y varios ministros, el líder norcoreano apareció al frente de la procesión junto a Xi y Putin, aunque sin personal militar, en aparente respeto a las sanciones internacionales que prohíben viajes de oficiales armados.

Según observadores, Kim busca expandir su diplomacia más allá de Rusia, con quien ha estrechado lazos desde el inicio de la guerra en Ucrania. En una reunión bilateral con Putin en la Casa de Huéspedes de Estado de China, Kim reafirmó su compromiso: “Haremos todo lo que sea necesario para ayudar a Rusia”, declaró, en referencia al apoyo militar norcoreano en la región de Kursk.
El acercamiento con China también representa un intento de restaurar relaciones tras años de distanciamiento. Aunque no se confirmó una cumbre trilateral formal, la imagen de los tres líderes juntos envía un mensaje de solidaridad frente al aislamiento diplomático impuesto por Occidente.
Trump reacciona con ironía y acusa conspiración
Desde Washington, el presidente Donald Trump reaccionó con sarcasmo e indignación. En su red Truth Social escribió: “Por favor, transmitan mis más cálidos saludos a Vladimir Putin y Kim Jong Un, mientras conspiran contra los Estados Unidos de América”.
Trump también recordó el papel de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, cuestionando si China mencionaría “el sacrificio de miles de soldados estadounidenses que ayudaron a liberar su país”. En entrevistas posteriores, minimizó el impacto del encuentro, asegurando que “China nos necesita mucho más que nosotros a ellos” y que “Estados Unidos tiene las fuerzas militares más poderosas del mundo”.

Sin embargo, también expresó decepción con Putin, tras una fallida reunión en Alaska que buscaba avanzar hacia un acuerdo de paz en Ucrania. “Estoy muy decepcionado con el presidente Putin”, afirmó, aunque sin detallar medidas concretas para contrarrestar el acercamiento entre Moscú, Pekín y Pyongyang.
“Un desafío directo al orden internacional”
La Unión Europea calificó el encuentro como “un desafío directo al orden internacional” y advirtió que la guerra en Ucrania cuenta con el respaldo tácito de China. La jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, instó a los países del bloque a “mostrar coraje político” y fortalecer su papel en la arquitectura global de seguridad.
Analistas señalan que el desfile no solo fue una conmemoración histórica, sino una plataforma para que China proyecte su visión de un nuevo orden mundial. La presencia de líderes de Irán, Bielorrusia, Cuba y Pakistán refuerza la idea de un bloque alternativo que desafía la hegemonía occidental.
Además, se especula sobre una posible cooperación militar más estrecha entre los tres países, especialmente tras el pacto de defensa mutua firmado entre Rusia y Corea del Norte en junio de 2024. La exhibición de armamento avanzado, como el misil balístico intercontinental DF-61 y drones furtivos, también genera preocupación en el Pacífico occidental, donde Estados Unidos mantiene presencia naval estratégica.