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Los trenes están inactivos en una estación ferroviaria durante una huelga nacional de advertencia de transporte en Berlín, Alemania, el 27 de marzo de 2023.EFE / Hannibal Hanschke

Huelga del sector público paraliza el transporte de pasajeros en Alemania

Millones de pasajeros que dependen de autobuses y trenes sufren las consecuencias de la paralización

La huelga de advertencia de 24 horas convocada por el sindicato del sector servicios Ver.di y el del ferrocarril EVG paralizó el transporte de pasajeros de buena parte de Alemania, tanto en trenes de larga y media distancia como en los principales aeropuertos.

Los ferrocarriles regionales y de cercanías se sumaron a la huelga en varios estados federados, lo mismo que los trabajadores de los puertos y esclusas del transporte marítimo y los del transporte urbano en siete de los 16 "Länder" del país.

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La huelga se había iniciado la medianoche pasada, aunque algunos trenes de larga distancia la empezaron el domingo 26 de marzo, ya que la llegada a su destino debía producirse después de las 00:00 del lunes 27 de marzo. El director de negociación colectiva de la EVG, Kristian Loroch, señaló al inicio de la jornada que "la república se alza, porque los empresarios se niegan".

"Hoy estamos en huelga porque en la negociación colectiva, a pesar de la tensa situación financiera de muchos trabajadores, no se nos presentó nada sobre lo que pudiéramos negociar seriamente", declaró el jefe de la negociación de la EVG, Kristian Loroch.

Desde la estación central de Berlín, un portavoz de los ferrocarriles alemanes Deutsche Bahn (DB) declaró que "la megahuelga de EVG esta paralizando el país", y señaló que las estaciones de toda Alemania están vacías.

"Millones de pasajeros que dependen de autobuses y trenes están sufriendo las consecuencias de esta huelga excesiva y exagerada", agregó, y recordó que "no todo el mundo puede trabajar desde casa".

El líder de Verdi, Frank Werneke, por su parte, defendió la reivindicación salarial del 10,5 de incremento salarial o un mínimo de una subida de 500 euros mensuales para los 2,5 millones de trabajadores del sector. La patronal rechaza implantar una cantidad mínima -que los sindicatos consideran irrenunciable- y ofrecen un aumento del 5 % -un 3 % para este año y un 2 % para el siguiente-, así como pagos únicos libres de impuestos por 2.500 euros y un aumento de la paga anual extraordinaria.