
EE.UU. escala presión militar en el Caribe y Maduro despliega milicias
Washington envía unos 4.000 marines en aguas del Caribe y América Latina
La tensión entre Washington y Caracas se trasladó al terreno militar. Según publicó El País de España, con base en informaciones de la agencia Reuters, Estados Unidos enviará en los próximos días tres destructores Aegis de misiles guiados, submarinos de ataque y aviones de espionaje P-8 hasta los límites del mar territorial venezolano.
La operación, que incluiría además el despliegue de unos 4.000 marines en aguas del Caribe y América Latina, forma parte de los esfuerzos de la Administración Trump para “enfrentar y derrotar a los carteles latinoamericanos de drogas”, calificados por Washington como organizaciones terroristas internacionales.
La cadena CNN y la agencia Reuters coincidieron en que la estrategia busca reforzar la presencia naval de EE.UU. en la región, aunque los informes no precisan ni la extensión ni la modalidad del operativo. Se trata de una maniobra de gran carga simbólica en medio de la presión diplomática y judicial que la Casa Blanca ejerce sobre el gobierno de Nicolás Maduro, contra quien ofreció recientemente una recompensa de 50 millones de dólares por información que lleve a su captura, como recordó la agencia EFE.
Frente a estos anuncios, Maduro respondió con la activación de 4,5 millones de milicianos en todo el territorio nacional. “Esta semana voy a activar un plan especial para garantizar la cobertura con más de 4,5 millones de milicianos”, afirmó en un acto televisado, insistiendo en que se trata de un “plan de paz”, aunque llamó a las milicias a estar “preparadas, activadas y armadas”.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordena desplegar 4,5 millones de milicianos luego de que EE.UU. aumentara la recompensa por información que lleve a su captura.https://t.co/cktoG5wE1t
— EFE Noticias (@EFEnoticias) August 19, 2025
La narrativa antidrogas
El mandatario, de acuerdo con EFE, busca proyectar fortaleza interna ante el incremento de la presión internacional y un escenario militar adverso en las aguas caribeñas.
El choque geopolítico, sin embargo, no se limita a Caracas y Washington. Según reportó AFP, Cuba rechazó el despliegue estadounidense en el Caribe, acusando al senador republicano Marco Rubio, figura clave de la política de Trump hacia América Latina, de impulsar “una agenda corrupta” contra la isla y Venezuela. Rubio, consultado por medios estadounidenses, no negó su participación en la gestación del operativo.
La estrategia de Trump revela un movimiento que combina intereses de seguridad hemisférica y cálculo electoral interno. Desde la perspectiva geopolítica, el refuerzo militar en el Caribe no solo se enmarca en la narrativa antidrogas, sino que también proyecta un mensaje de disuasión hacia Maduro, con impacto en aliados como La Habana y Managua.
Un nuevo escenario de fricción
Para Caracas, en cambio, el despliegue de tropas norteamericanas cerca de sus aguas supone una amenaza directa a la soberanía nacional.
La respuesta de Maduro, con el despliegue de milicias, busca reforzar la idea de resistencia popular frente a la injerencia extranjera, aunque analistas citados por El País advierten que su capacidad real de confrontar una operación de la magnitud de la estadounidense es limitada.
El Caribe se convierte así en un nuevo escenario de fricción entre Estados Unidos y Venezuela, con Cuba como actor colateral y con repercusiones en toda la región latinoamericana.
La militarización del mar Caribe marca una nueva fase en la relación de hostilidad entre ambos gobiernos, donde la diplomacia cede espacio al poderío militar y donde los equilibrios regionales podrían ponerse a prueba en las próximas semanas.
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