Mundo

Coronavirus
WUHAN. Personal sanitario limpia el piso en un hospital temporal establecido para tratar a las personas con el coronavirus COVID-19, después de que todos los pacientes fueron dados de alta.AFP

Coronavirus: China intenta volver a la calle, mientras medio mundo busca encerrarse

Este día el gigante asiático, donde nació la pandemia vive su primer día sin el crecimiento cero de los nuevos contagios locales en el país.

De Europa a Australia, pasando por países hasta ahora escépticos como Estados Unidos, el mundo está en estado de alerta máxima frente al coronavirus. De China, donde surgió la epidemia, llegó sin embargo hoy jueves 19 de marzo una nota positiva: por primera vez, no se registró ningún contagio local. Para luchar contra este "enemigo de la humanidad", como lo calificó la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ya contagió a casi 210.000 personas y mató a más de 8.700, Europa y Estados Unidos anunciaron cientos de miles de millones de ayuda pública.

MILITARES EN CONTROL

Operativos de control por el toque de queda dejan 250 detenidos

Leer más

Las principales bolsas europeas, que en estos últimos días han tocado fondo, parecían acoger con cierto optimismo estos anuncios y abrieron en positivo .Sin embargo, el covid-19 sigue avanzando sin distinguir clases sociales, razas o continentes. El negociador europeo para el Brexit, Michel Barnier, anunció que dio positivo por el nuevo coronavirus. "Estoy tan bien como puedo estar, confinado estrictamente en mi domicilio", explicó en un video subido a su cuenta en Twitter. Italia, con casi 3.000 muertos, es el país europeo más golpeado por la pandemia, que ya es más letal en Europa que en Asia.

Coronavirus
WUHAN. Quienes se recuperaron del coronavirus y fueron dados de alta, hacen fila para tomarse la prueba nuevamente.AFP

Una semana después de entrar en vigor el confinamiento de la población, el país transalpino registró el miércoles 475 decesos en 24 horas, el peor balance diario en un solo país, incluso más que las cifras chinas en el auge de la propagación en Wuhan, primer epicentro de la epidemia. China, en cambio, no registró en las últimas 24 horas ningún caso de contagio local y reportó 34 casos originados en personas provenientes del extranjero. El coronavirus también causó su primer muerto en África subsahariana, en Burkina Faso. África tiene que "despertarse" y "prepararse para lo peor", advirtió el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Rusia también registró su primera víctima mortal por el COVID-19.

Por otra parte, España, con casi 14.000 contagios y 600 fallecidos, es el cuarto país del mundo más castigado por la epidemia, que llevó al gobierno a declarar el estado de alarma y decretar una cuarentena casi total. En Reino Unido, donde se superó el umbral de los 100 muertos, las autoridades ordenaron el cierre de las escuelas a partir del viernes.

Arándanos

Coronavirus: 5 alimentos para combatir la ansiedad y el estrés en cuarentena

Leer más

Según la Unesco, más de 850 millones de jóvenes en todo el mundo, o casi la mitad de los alumnos y estudiantes, tienen su escuela cerrada. Para intentar contener la propagación del virus, cada vez son más los países que imponen restricciones en los desplazamientos. Australia y Nueva Zelanda anunciaron más medidas para limitar el acceso a sus territorios. Israel también cerró sus fronteras a todos los extranjeros, con excepción de los residentes.

En total, más de 500 millones de personas están confinadas en sus casas, según un recuento de la AFP.

Wuhan ¿Sin barricadas?

A dos días de la llegada de la primavera, Wuhan, la zona cero de la enfermedad -con 2.222 casos activos todavía-, no registró ningún nuevo infectado por primera ocasión desde que el coronavirus comenzó a propagarse el pasado diciembre entre sus 11 millones de habitantes y se extendió posteriormente por el mundo.

000_1Q06CK
WUHAN. Un voluntario con un traje de protección, vigila una entrega de carne de cerdo para los residentes en cuarentena en un barrio de esta ciudad china.AFP

La mayoría de los 34 casos procedentes del exterior -frente a los doce del día anterior- se detectaron en viajeros procedentes del Reino Unido y de España, según la Comisión Nacional de Salud, que anunció que 21 de ellos se descubrieron en Pekín, lo que supone un nuevo récord para la capital. Sin embargo, la imagen de bicicletas apiladas en forma de barricada se mantienen y expresa con brutalidad el temor en el que vive la población de la ciudad china donde apareció el nuevo coronavirus a fines de diciembre, y que se encuentra en cuarentena desde enero.

Con 11 millones de habitantes enclaustrados, Wuhan se detuvo en el tiempo, dando a sus amplias avenidas un aire fantasmal. Cada microbarrio está bloqueado detrás de barricadas infranqueables construidas precipitadamente y vigiladas las 24 horas. Las pocas personas que se aventuran al exterior deben pasar controles sanitarios y someterse a una toma de temperatura para regresar a sus hogares. Un ejército de voluntarios de los comités de barrio -correa de transmisión de las órdenes del poder a nivel residencial- vela por el estricto cumplimiento de las medidas de confinamiento. Proveedores y vendedores abastecen estos enclaves urbanos haciendo pasar bolsas de productos alimenticios a los clientes al otro lado de las barreras. Y moverse dentro de la ciudad es una misión imposible. Importantes barreras móviles de plástico o de metal fueron colocadas en los cruces estratégicos.

Coronavirus
WUHAN. Un montón de bicicletas instaladas como barrera improvisada junto a una estación de control de temperatura en la entrada de una comunidad residencial. Las barricadas persisten.AFP

Pero el día en que las barreras de Wuhan caigan definitivamente no parece muy lejos. Por primera vez desde enero, la ciudad donde se registró la inmensa mayoría de las 3.245 muertes chinas no informó de ninguna nueva infección por el coronavirus. Y algunas restricciones en la circulación están empezando a relajarse. En los llamados barrios "sin riesgo epidémico", los habitantes pueden volver a desplazarse dentro de sus edificios, siempre que no se reagrupen. También se permitió el reinicio de las actividades de algunas empresas esenciales.

Coronavirus
WUHAN. Un hombre entrega comida a los residentes de un barrio que quedó detrás de una barrera durante la cuarentena.AFP

¿Y cómo está toda China?

Intenta recuperar poco a poco una vida normal, como demuestran las cada vez más numerosas mujeres jubiladas que salen a los parques para bailar, eso sí, a distancia y con mascarilla. Las últimas cifras indican que el número de nuevas contaminaciones es cercano a cero mientras Europa es ahora el epicentro de la epidemia, con estrictas medidas de confinamiento en muchos países. 

Fuera de la provincia de Hubei, el epicentro de la pandemia, la circulación aumenta un poco más cada día en las grandes ciudades. Los comercios, cerrados durante casi dos meses, vuelven a abrir sus puertas. Pero la vuelta a la normalidad todavía queda lejos. La gran mayoría de los habitantes continúa llevando máscara, hay que tomarse la temperatura para entrar en un supermercado o en un restaurante, donde está prohibido sentarse frente a frente.

Coronavirus
PEKÍN. Una mujer baila en un parque. Los restaurantes están reabriendo, hay movimiento en el tráfico y en las fábricas. Son signos claros de que China despierta del coma del coronavirus.Dan Martin / AFP

Aunque perdura el miedo al contagio, en Pekín varias jubiladas han salido de nuevo al parque para practicar el baile en grupo, muy popular en China. "Durante la epidemia todo el mundo tenía mucho miedo. Ahora toca relajarse" explica Wang Huixian, de 57 años, llevando una mascarilla negra. "Somos prudentes y guardamos nuestras distancias para evitar cualquier riesgo de contagio", añade Wang, mientras baila a una distancia de tres metros de sus compañeras.

En Shangái, los cafés y algunas atracciones turísticas volvieron a abrir su puertas. Los habitantes de la capital económica de China practican taichí y otros se hacen fotos en el Bund, el célebre paseo con edificios 'art déco'. "Tuve mucho miedo", dice Zhang Min, un empresario de 50 años que está en un parque. "Ahora todo va bien. No como en los países del extranjero, donde la gente asalta los supermercados".

Coronavirus
PEKÍN. Un padre con su hijo caminan por uno de los parques de la capital del gigante asiático, en un día que parece normal, pero que aún no lo es. Las mascarillas lo recuerdan.NICOLAS ASFOURI / AFP

Con cerca de 81.000 contaminaciones y más de 3.200 muertos, China es de momento el país más afectado por el virus. Sin embargo, ahora el balance es superior en el resto del mundo y la semana pasada el presidente Xi Jinping dijo que la epidemia estaba "prácticamente contenida". "Tengo la impresión de que las personas contaminadas no pueden salir y las que pueden no están enfermas, por eso estoy tranquila", dice Lai Jinfeng, una puericultura de 41 años, en el Bund.

Pero la manera de vivir ha cambiado. La gente sigue sin darse la mano y muchos cafés y restaurantes retiraron la mitad de las sillas para que la gente no se siente demasiado cerca. Para distraerse en las largas noches en casa, las discotecas han inventado la "discoteca virtual" que permite escuchar a sus disc-jockey preferidos.

Coronavirus
SHANGÁI. Una mujer posa junto a su novio. Ambos van sin mascarilla.Hector Retamal / AFP

Taxx, uno de los clubes más conocidos de Shangái, asegura que miles de personas se conectan cada noche a sus servicios en línea. "Si traemos un poco de alegría a la gente que se aburre en casa, vale la pena", dijo MC Charlz, uno de los disck-jockeys del Taxx, al periódico The Paper.

El maquillaje también se adapta a los nuevos tiempos y las 'influencers' de las redes sociales enseñan a sus millones de seguidores como maquillarse solo la parte de arriba de la cara, sin tocar la mascarilla. "Si comparamos el maquillaje a un examen, podemos decir que antes había que responder a diez preguntas y ahora solo a tres, es mucho más fácil", explica una de estas estrellas de las redes.

Coronavirus
SHANGAI. Los viajes en buses aún evidencian que no todos han olvidado el temor del contagio.Hector Retamal / AFP