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Personal del Parlamento Europeo en Bruselas retiró este viernes la bandera del Reino Unido de su edificio.AFP

¿Qué cambiará el 1 de febrero con el Brexit?

El 'matrimonio' entre el Reino Unido y la UE  llega a su fin este viernes a la medianoche.

El Reino Unido abandona la Unión Europea este 31 de enero, poniendo fin a casi medio siglo de integración económica, política y legal. Pero poco cambiará en realidad durante el periodo de transición que debe permitir a ambas partes negociar su futura relación. 

Aquí algunos momentos claves de este año:

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  • 31 de enero: Brexit 

La fecha fue pospuesta tres veces debido al bloqueo político en el anterior Parlamento británico, dividido entre defensores y detractores del Brexit. Pero la nueva mayoría conservadora de Boris Johnson aprobó rápidamente el acuerdo de divorcio y el Parlamento Europeo hizo lo propio el miércoles. Aquí algunos momentos clave

El país saldrá de la UE este viernes a las 23:00, hora de Londres y GMT, tres años y medio después de que los británicos aprobaran el Brexit por 52% de votos en el referéndum de junio de 2016. Empezará inmediatamente después un periodo de transición, que mantiene el status quo al menos hasta el 31 de diciembre.

Sin embargo, el Reino Unido dejará de tener voz y voto en las instituciones de la UE y sus 73 eurodiputados deberán abandonar sus escaños en el Parlamento Europeo, una parte de los cuales será redistribuida entre otros países miembros.

  • Febrero-marzo: negociaciones comerciales

El primer ministro británico Boris Johnson dice estar listo para comenzar las conversaciones con Bruselas sobre su futura relación comercial el 1 de febrero, pero los demás países de la UE todavía están discutiendo qué quieren obtener en esas negociaciones.

Johnson dijo querer un acuerdo de libre comercio al estilo del que Canadá tiene con la UE, sin alinearse con las reglas europeas. Funcionarios europeos sugieren que los ministros de los 27 podrían aprobar el mandato de negociación el 25 de febrero y las conversaciones empezar en torno al 1 de marzo.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, advirtió que será muy difícil alcanzar un tratado completo antes de final de año y habrá que "marcarse prioridades".

Según una fuente diplomática, Bruselas buscaría en 2020 acuerdos sobre la pesca, la seguridad interior y exterior y el comercio de bienes. El resto puede quedar para más adelante.

  •  1 de julio: ¿extensión? 

El periodo de transición va hasta el 31 de diciembre, pero las partes puedan extenderlo si así lo desean una única vez, entre uno y dos años. Sin embargo, esa prolongación debe solicitarse el 1 de julio a más tardar. Johnson insiste en que no lo hará, por considerar que su país debe liberarse de las reglas y regulaciones de la UE lo antes posible.

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Un manifestante sostiene una pancarta durante una protesta de activistas anti-Brexit, este viernes,  en Edimburgo, Escocia AFP

  • 31 de diciembre: termina la transición

Sin una prórroga, el vínculo entre el Reino Unido y la UE terminará al acabar el año. Si para esa fecha han alcanzado un acuerdo, emprenderán una nueva asociación.

De lo contrario, el comercio a través del canal de la Mancha, el transporte y una multitud de otros lazos pueden verse interrumpidos de la noche a la mañana, en una situación comparable al Brexit sin acuerdo que tanto habían temido las empresas.

  • Sin calendario claro: EEUU 

Tras el Brexit, Londres quiere abrir conversaciones comerciales con terceros países, particularmente Estados Unidos, principal alternativa a su gran socio comercial europeo.

"Una vez que hayamos abandonado la UE seremos libres de empezar a discutir con países en todo el mundo, incluido Estados Unidos", dijo un portavoz de Johnson. Sin embargo, no quiso comprometerse con un calendario claro.

Según el secretario estadounidense del Tesoro, Steven Mnuchin, este acuerdo es una prioridad absoluta para el presidente Donald Trump que espera lograr un resultado este mismo año.

Pero varias cuestiones podrían dificultar esas conversaciones, empezando por la eventual utilización por los británicos del fabricante chino de equipos de telecomunicaciones Huawei, al que Washington pide marginar afirmando que es un espía de Pekín.

Está también la delicada cuestión de un impuesto británico a los gigantes estadounidense de internet, y el posible deseo de Washington de presionar a Londres para que abandone el acuerdo nuclear con Irán a cambio de concesiones comerciales.