El Banco Central de Sangre de Afganistán enfrenta una grave escasez de sangre desde hace meses ante la falta de donantes, mientras el número de pacientes que dependen en las transfusiones aumenta en los hospitales del país, reveló  un funcionario del centro de salud.

"En la situación actual, nos enfrentamos a la escasez de sangre en el Banco Central de Sangre, ya que disminuyó el número de donantes de sangre debido al mes de Ramadán", el mes sagrado musulmán, indicó el director del banco de sangre, el doctor Mohammad Nasir Sadiq.

A la falta de sangre, se suma la saturación del sistema sanitario del país por la cantidad de casos de talasemia y hemofilia, dos trastornos de la sangre en aumento en el país, que están llevando a los centros de salud y a los afganos, en especial a los niños, a una situación límite, remarcó.

"La mayoría de ellos son niños y necesitan sangre fresca, pero el Banco Central de Sangre no tiene un paquete de sangre tan pequeño y fresco" para distribuir a los pacientes menores, señaló el director.

Los funcionarios de la institución instaron a los ciudadanos contribuir con las reservas, así como a la comunidad internacional para que reinicie una asistencia financiera que permita modernizar el equipamiento y las instalaciones del deficitario sistema sanitario afgano.

La llegada al poder de los talibanes en agosto de 2021 comportó a la suspensión de los fondos de ayuda internacional, agravando aún más la situación de emergencia humanitaria y económica en Afganistán tras más de dos décadas de conflicto.

Las sucesivas restricciones de los fundamentalistas hacia las mujeres, que desde el pasado diciembre tienen prohibido trabajar en organismos no gubernamentales (ONG), ha ido deteriorando aún más la calidad de un sistema sanitario ya en riesgo y dependiente de organismos internacionales.