
Multitudes inundan las calles para exigir la salida de Maduro
Al menos un millón de venezolanos marcharon ayer en la “Toma de Caracas”, la manifestación opositora más grande de la última década en el país, buscando presionar para que se fije una fecha para llevar adelante un referéndum revocatorio contra el presi
Al menos un millón de venezolanos marcharon ayer en la “Toma de Caracas”, la manifestación opositora más grande de la última década en el país, buscando presionar para que se fije una fecha para llevar adelante un referéndum revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.
Una marea de opositores llegó a la capital desde varias ciudades del país, muchos de ellos sorteando cierres de carreteras y controles de las fuerzas de seguridad, para desbordar tres avenidas y pedir diligencia al árbitro electoral en el proceso para revocar al mandatario.
Con esta expresión popular, la oposición venezolana abrió una nueva etapa de movilizaciones en las calles, las próximas el 7 y 14 de septiembre, para forzar al poder electoral a organizar el referendo revocatorio, animada por la multitudinaria marcha de ayer.
“Mostramos al mundo el tamaño inmenso de la Venezuela que quiere cambio. Es una marcha histórica. Hoy es el inicio de la etapa definitiva de esta lucha”, afirmó desde una tarima el vocero de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba.
“Para que la nación pueda decir su palabra es preciso convocar una consulta electoral adelantada, y tal consulta tiene nombre y apellido en nuestra constitución: su nombre es referendo y su apellido es revocatorio”, dijo Torrealba.
La oposición busca revocar el mandato de Maduro, que culmina a principios del 2019, por considerarlo el principal culpable de la crisis que tiene a miles haciendo enormes colas diarias en busca de alimentos y medicinas escasos, en medio de una inflación que no da tregua y una recesión de dos años.
La oposición acudirá el miércoles a las sedes del Consejo Nacional Electoral (CNE) para exigir la pronta convocatoria del plebiscito, ya que, si se realiza después del 10 de enero y Maduro es revocado, sería su vicepresidente el encargado de completar su mandato.
El árbitro electoral ha dicho que la recolección de firmas se llevaría a cabo a fines de octubre, lo que aleja la posibilidad de que la consulta se realice este año, pues organizar el plebiscito tardaría unos tres meses.
Maduro insistió ayer en que el revocatorio no se llevará a cabo este año y que la marcha de la oposición tenía un objetivo subrepticio de desbancarlo, tal y como sucedió en el 2002 con un breve golpe de Estado contra su predecesor, Chávez.
La manifestación del 7 de septiembre se realizará ante la sede de poder electoral, la del 14 en las capitales de los estados, y para la noche de este jueves se hizo un llamado a un toque nacional de cacerolas.
Vestidos de blanco, ondeando banderas y gritando “Cambio” y “Revocatorio ya”, cientos de miles de opositores marcharon, según cálculos de medios de prensa, en lo que llamaron la “Toma de Caracas”. “Hay mucha hambre y amenazas. Queremos un cambio”, dijo Alba Zárate, de 39 de años.
En paralelo, en la mayoría de las capitales de Latinoamérica y ciudades de Europa y EE. UU. también se realizaron manifestaciones de apoyo a la oposición venezolana.
En la mayor pulseada que libraron en las calles en los últimos dos años, Maduro respondió con una masiva concentración de seguidores ataviados de camisetas rojas, en el centro de Caracas, en lo que bautizaron como la “Toma de Venezuela”.
“Hoy derrotamos un golpe de Estado, han fracasado una vez más, la victoria es nuestra”, dijo desde la tarima Maduro, quien calculó entre “25.000 y 30.000” los participantes en la manifestación opositora.