Conmoción. Hasta ayer, los vecinos se mostraban consternados.

Mujeres presentaban 44 cuchilladas

Los anhelos de superación se truncaron cuando Rodolfo Mera, exnovio de su hija mayor, aparentemente las acuchilló y luego prendió fuego al departamento.

Hace cuatro años, Yudelkys Benítez llegó a Ecuador de su natal Ciego de Ávila, un poblado situado en el centro de Cuba. Se especializaba en psicología educativa y, con esfuerzo logró traer a sus dos hijas de 21 y 15 años.

Se radicó en Quito, donde encontró trabajo en una escuela de Carcelén y donde sus vecinos la recuerdan como una mujer trabajadora. Entre ellos, María Parra, quien tiene su casa cerca del inmueble donde fueron hallados los cadáveres de Yudelkys y sus hijas. Las mujeres fueron acuchilladas la madrugada del lunes, en el departamento de un edificio ubicado en la calle Olmedo, en El Quinche, nororiente de Quito.

Los anhelos de superación se truncaron cuando Rodolfo Mera, exnovio de su hija mayor, aparentemente las acuchilló y luego prendió fuego al departamento. Finalmente, el hombre se habría apuñalado y luego se lanzó por la ventana. La fuerte caída provocó su muerte.

Los primeros indicios recabados señalan que madre e hijas recibieron un total de 44 cuchilladas. Solamente Benítez y Mera tenían quemaduras en sus cuerpos.

Los cuatro fueron trasladados a la morgue de la capital. Ayer, la doctora Neida Rivera, de Medicina Legal, indicó que se realizarían las autopsias. Dentro del procedimiento se tomarían las huellas dactilares de las víctimas, así como del autor. “Todavía no han llegado familiares de las fallecidas”, precisó. Sin embargo, tres personas ya estaban en el anfiteatro. Dos hombres y una mujer se presentaron como allegados de las cubanas.

Datos policiales precisan que se encontraron cinco armas cortopunzantes, aunque se investiga cuál de ellas fue utilizada para la masacre.