Serena Williams no pudo igualar los 22 grandes de Steffi Graf y Garbiñe Muguruza, en cambio, se llenó de gloria en el polvo de ladrillo parisino en apenas dos sets.

Una preparación mental, que la hizo olvidar la derrota en Wimbledon el año pasado ante la misma rival, fue el principal winner en su partido de ayer en Roland Garros. Ya lo había dicho en el encuentro anterior, en donde no dio oportunidad a Samantha Stosur (6-2 y 6-4): “He madurado mentalmente”. Porque sus golpes eran los mismos y ayer funcionaron mucho mejor ante la estadounidense número 1 del mundo y ganadora de 21 torneos de Grand Slam.

Sus golpes le funcionaron de maravilla. Los reveses paralelos o cruzados y las derechas muy cerca a la línea de fondo los complementó con saques ganadores.

Este año ha ganado el 68,4 % de sus puntos con sus primeros servicios y el 61,5 % de sus pelotas entró en el cuadro en los primeros saques.

Ayer, como siempre, ante su victimaria de la final Wimbledon del año pasado, jugó desde el fondo de la cancha, desde donde usó derechas cruzadas, paralelas y hasta el centro de la cancha: su juego fue diverso, pero sin los arriesgados drop shots que esta vez tampoco le salieron bien a Serena.

Con esta victoria, Muguruza no solo conquista su primer título de Grand Slam, también añade su nombre a la ilustre historia de España en Roland Garros: es la primera española en ganar el título desde que Arantxa Sánchez-Vicario logró la hazaña en 1998, reseña el portal de la WTA.

La venezolano-española sube dos lugares en el ranking mundial: nada menos que al n.° 2 del escalafón.

Para la joven española de 22 años, -pero con los pies bien pegados en la tierra- nacida en Venezuela con herencia vasca, la victoria no es solo para España, sino para todas las partes de su origen multicultural.

“He crecido jugando en tierra batida, así que para España y para mí esto es simplemente increíble”, dijo. “Sé que el tenis es muy tradicional en España, pero Venezuela está en mi corazón siempre, también juego para ellos”.