
Messi y una pesada mochila para Copa
Escenarios. Los 10 estadios que se usarán en la competencia que arrancará el 3 de junio, se encuentran en pleno funcionamiento.
Un lavado de cara para dos confederaciones manchadas por el escándalo de corrupción del fútbol mundial y una ocasión para sanar heridas deportivas. La inédita Copa América Centenario, que se juega dentro de un mes en EE. UU., será un duro examen para futbolistas, pero también para dirigentes.
Salvo Neymar, las grandes estrellas sudamericanas lideradas por el argentino Lionel Messi, el colombiano James Rodríguez, el chileno Arturo Vidal y el uruguayo Luis Suárez deambularán por 10 ciudades de Estados Unidos, en la primera experiencia de un torneo con 16 seleccionados del continente.
Todos ellos llegarán de extenuantes temporadas en sus ligas y copas europeas, incluso algunos sobre el filo de la cita continental, pero con alicientes que pueden encender el último aliento.
Messi lleva una pesada mochila de color albiceleste con 23 años de frustraciones y no deberá esperar hasta Rusia-2018 para intentar aliviar la carga.
Desde su último lauro en Ecuador-1993, Argentina perdió tres finales de Copa América (Perú-2004, Venezuela-2007 y Chile-2015) y la del Mundial de Brasil-2014. Muchas frustraciones en poco tiempo.
Colombia tiene a su estrella James Rodríguez atornillado en el banco del Real Madrid y a su figura histórica, Radamel Falcao García, en descanso prolongado al lado de su entrenador en el Chelsea.
Artillero europeo con 35 tantos, Suárez, en cambio, no tiene problemas en sacarse la casaca blaugrana y calzarse la celeste de una selección que siempre se las arregla para pelear títulos continentales. Pero Suárez, de regreso con la celeste tras dos años de suspensión, no es un pistolero solitario, tiene a su lado a Edinson Cavani que, aunque no está en su mejor forma en el París Saint-Germain, siempre preocupa, y a ellos les cuidan las espaldas tal vez la mejor dupla defensiva central del mundo que integran Diego Godín y José María Giménez, ambos del Atlético de Madrid.
En cambio, Neymar no viajará a Estados Unidos, sino a su país donde en agosto intentará convertirse en el héroe de la primera medalla dorada de Brasil en el fútbol olímpico masculino, el único lauro ausente de la poblada vitrina verdeamarilla.