En el Mercado del Río reinan los mariscos

En el Mercado del Rio reinan los mariscos

Ceviches, banderas y arroz marinero fueron los más pedidos en el primer día del nuevo centro. Los precios de los platos van de 4 a 10 dólares.

Aún no era hora de almorzar pero Marianela Orlando ya había vendido varios platos de los tradicionales ceviches de mariscos que son parte del menú de su restaurante Casa Manaba, que está ubicado en la nave sur del nuevo centro gastronómico Mercado del Río, en el malecón Simón Bolívar, que fue abierto al público ayer desde las 10:00.

Su expectativa es grande y asegura sentirse feliz de tener la oportunidad de exponer ante los turistas nacionales e internacionales sus innovaciones gastronómicas. “El encocado es un plato esmeraldeño, pero nosotros como manabas hemos querido hacerle un cambio porque a los guayaquileños les encanta. También tenemos locro de papa con cangrejo y corviche mixto”, cuenta con una sonrisa en la cara.

Según Orlando, una de las particularidades de este nuevo espacio es que el cocinero o dueño del local puede interacturar directamente con el cliente, pues cada uno de los puestos tiene una barra con cinco o más asientos. Una propuesta gastronómica gourmet e informal a la vez.

“Nos hemos dado cuenta de que la gente viene con muchas ganas de probar sabores nuevos y eso nos encanta”, recalca.

Del otro lado del mesón estaba Eduardo Garzón, guayaquileño que vive en Urdesa y que decidió cruzar la ciudad para probar las delicias que había visto por la televisión. “Esto es maravilloso, acabo de entrar hace 10 minutos y como ve ya estoy terminándome el plato. No esperaba que sea tan chévere”, menciona mientras se come una sopa marinera.

Eduardo es uno de los cientos de clientes que llegaron ayer desde todos los rincones de la ciudad hasta el lugar para disfrutar con familia o amigos de la comida y ambiente que ofrecen los 24 restaurantes y 2 bares de Mercado del Río. Una jornada en la que los mariscos tomaron protagonismo frente a los sánduches, dulces, sopas y bebidas calientes.

“Está delicioso, además dan bastante y está barato. Este ceviche me costó seis dólares, pero viene muchísimo”, indica Mariela Bustos, quien desde hace más de 30 años vive y trabaja por la Bahía y asegura que ya estaba esperando que un lugar así arribe a la zona. Incluso, cuenta a este Diario, ya reservó un espacio en una de las galerías para celebrar su cumpleaños. “No tengo que gastar en local, solo en comida. Además que le hacen un descuento, yo ya estuve averiguando”.

Entre las novedades de Mercado del Río también están las actividades musicales y shows gastronómicos que se realizarán todas las semanas luego de que pase el feriado. También habrá carretas con snacks tradicionales. Andrea Salcedo, gerente de mercadeo del establecimiento, asegura estar contenta con la respuesta del público durante las primeras horas de apertura y que estos días servirán para ir perfeccionando cosas.

“Estamos muy contentos con la concurrencia de personas. Toda la oferta estará disponible desde su apertura y en las próximas semanas tendremos talleres y cocina en vivo para hacer de este lugar una experiencia gastronómica completa. Y los precios son muy accesibles”, explica la encargada.

Además de las mesas, tableros y muebles que están en el interior de las galerías, los comensales también podrán sentarse a comer en el exterior derecho del centro gastronómico, en un pasillo que está junto a la terraza, con una espectacular vista al río Guayas.

“Esto es lo mejor del lugar. Vine con mucha expectativa para ver qué tal estaba y decidí quedarme por el ambiente. Aunque tuve que hacer fila para comprar, luego pude disfrutar de mi almuerzo frente al río”, señala Fernando Zambrano, otro de los visitantes.

En zozobra por el cliente

Los locales, cercanos al Mercado del Río, aún sienten desconcierto sobre si habrá bajas en sus ventas o no por la apertura del mercado. Jerami Vargas trabaja en un negocio de venta de bolones y corviches. “Esperemos a que no se vaya la clientela para allá porque necesitamos nuestro trabajo”, menciona.

Por su parte, Reinaldo García, propietario del restaurante de comida típica Santay, junto al mercado, dice no sentir temor por la falta de clientela. “Yo tengo mis clientes fijos y eso es suficiente”, afirma.