No es una práctica común. La Asamblea Nacional tratará el veto al proyecto de Ley de Medicina Prepagada hoy, a las 18:15. Para la oposición, la estrategia del oficialismo es distraer la atención de la ciudadanía ante una ley que genera críticas de diversos sectores.

Desde Alianza PAIS, en cambio, “no hay nada que esconder”. Sus representantes sostienen que la ley es positiva y genera beneficios para la ciudadanía. El proyecto ofrece, por ejemplo, cobertura para afiliados aún si contratan un seguro con una enfermedad preexistente. Para gozar del servicio, reza la propuesta, deben esperar dos años.

Las personas de la tercera edad también ganaron, explicó el integrante de la Comisión de Salud, Carlos Velasco. El oficialista asegura que la norma impide que una aseguradora niegue el servicio a un ciudadano de más de 65 años.

Velasco aseguró que tampoco se permitirá que los precios de los planes de seguro se modifiquen sin previo aviso.

Otro segmento poblacional que suma puntos a favor es el de mujeres embarazadas. Ellas tendrán cobertura durante su gestación -controles prenatales- aunque no cumplan requisitos como el periodo de carencias. Es decir, un lapso que exige la empresa para que un afiliado solicite un servicio de salud.

El presidente de la Asociación de Empresas de Medicina Prepagada, Eduardo Izurieta, considera que hay aspectos positivos en el texto. Desafortunadamente, agrega, hay artículos que perjudican a todo el sector.

Se refiere al pago que exigirá el Estado de las empresas de medicina privada por las atenciones de sus afiliados en la red de salud pública. El tema ha sido criticado por la Asociación que considera que los cálculos se hacen sobre la base de unas utilidades anuales de 221 millones de dólares. Un error, según Izurieta. Las utilidades del sector, asegura, son 12,8 millones de dólares.

Los pacientes están en el medio. Delia Chávez, presidenta de la Sociedad Ecuatoriana de Trasplantes, teme que los conflictos pongan en riesgo la provisión de medicinas que requieren los pacientes que tienen un trasplante. Ella espera que se asegure el servicio en el sector público y privado. JMF